El Ayuntamiento de Granada estudia la creación de una zona verde de esparcimiento y recreo ciudadano en el antiguo vertedero de Víznar. Así lo ha anunciado la concejal de Medio Ambiente, Pepa Rubia, que esta mañana ha visitado el espacio junto al delegado territorial de Desarrollo Sostenible, Manuel Francisco García, y varios técnicos de su área, con quienes ha realizado una visita técnica a la zona.

Durante el encuentro informativo, Pepa Rubia, ha manifestado la voluntad del Ayuntamiento de iniciar “el rescate y renovación de los espacios ocupados por el antiguo vertedero junto a otros aledaños -con una extensión que podrá alcanzar hasta 60 hectáreas- para su transformación en un gran espacio verde, que tenga una primera función propiamente ambiental para la mejora de la calidad del aire y la lucha contra la contaminación atmosférica”.

La edil ha añadido que el área estudia los posibles usos de dicho espacio, como el de dotar a la ciudad de un nuevo espacio de ocio y recreo saludable, especialmente vinculado a los valores de la naturaleza. Se dispondría así de un espacio “apto para el desarrollo de actividades deportivas al aire libre y también de carácter formativo, a través de talleres y aulas de educación ambiental, destinadas a sensibilizar a la población, especialmente infantil y juvenil, de la necesidad de preservar el medio ambiente, así como de los conceptos de desarrollo sostenible y economía circular, aprovechando el ejemplo que el mismo espacio proporciona”.

En suma, el nuevo espacio representaría la oportunidad de estudiar el  ecosistemas en un entorno urbano, sino que velará por la sostenibilidad de todas las actividades que albergue”, ha destacado.

Tras recordar que hasta el año 1999 todos los residuos generados por la ciudad de Granada eran depositados en el vertedero de -ubicado en la zona norte a  escasos dos kilómetros de la Residencia Fernando de los Ríos- la responsable de Medio Ambiente ha explicado que a partir de esa fecha comenzaron a llevarse a la Planta de Tratamiento de Alhendín. “En el año 2000 se realizan las obras de sellado del vertedero, y desde entonces se llevan a cabo controles ambientales sobre la masa de residuos, tales como gestión de los lixiados, analíticas de aguas o control de gases".