Granada

Medio centenar de cuevas habitadas tienen riesgo de desprendimientos

  • De un total de 53 casas trogloditas del Cerro de San Miguel propiedad de Emuvyssa, 48 no son habitables porque Urbanismo ha detectado que su estructura puede venirse abajo total o parcialmente

Medio centenar de cuevas del Cerro de San Miguel, la mayoría de ellas habitadas, se encuentran en una situación tan deteriorada que corren el riesgo de sufrir desprendimientos. Éste es el diagnóstico de los técnicos de la Gerencia municipal de Urbanismo, que han realizado una inspección detallada de esa zona.

Las abundantes lluvias de este invierno y el mal estado general del entorno de ese cerro próximo al Albaicín han impulsado al Ayuntamiento a revisar de un modo sistemático el estado de las cuevas, sobre todo por la abundante presencia de personas que viven allí, muchas de ellas como ocupantes irregulares.

Después de varias semanas de trabajo, los técnicos de Urbanismo han concluido que de las 53 cuevas propiedad de Emuvyssa (Empresa Municipal de Vivienda) hay 48 que no son habitables porque presentan riesgos de derrumbes parciales o totales.

El principal problema es que, salvo dos de esas cuevas, el resto están ocupadas por personas que han entrado a vivir allí. En la mayoría de ellas los técnicos han podido constatar la presencia de estos habitantes, aunque hay seis en las que sólo han podido detectar que están abiertas y hay restos de estar habitadas, aunque no han encontrado a nadie en ellas durante sus visitas.

Pese al temor de que el mal tiempo hubiera intensificado el peligro, la concejal de Urbanismo, Isabel Nieto, explicó a este periódico que el estado de las cuevas es parecido al que ya se detectó entre 2006 y 2007. En aquel momento, el Ayuntamiento instó a Emuvyssa para que desalojara las cuevas y tomara medidas para evitar desgracias por un ocasional desprendimiento.

En aquella ocasión se empezó un proceso de desalojo y tapiado de las cuevas que tuvo un resultado muy poco efectivo. En primer lugar el Juzgado denegó a Emuvyssa el permiso para desahuciar a los ocupantes de las cuevas por no haber llevado a cabo la notificación preceptiva, que por otro lado era casi imposible, dado el carácter itinerante de los pobladores de este barrio de cuevas. Las pocas cuevas que se consiguieron cerrar mediante muros fueron reabiertas a los pocos días por los ocupantes irregulares, que además salieron beneficiados de la construcción de ese muro de entrada porque mejoraba el aislamiento de la cueva por la entrada.

Tras la nueva campaña de inspección que se ha llevado a cabo el Ayuntamiento tiene que volver a advertir a Emuvyssa del mal estado y el peligro de esas cuevas para que tome medidas.

No obstante, el Ayuntamiento ya ha iniciado un proceso de permuta con Emuvyssa con el fin de quedarse con ese terreno del Cerro de San Miguel. Uno de los objetivos es poder ejercer las medidas de control urbanístico directamente desde la administración, dado que esto podría facilitar los trámites y las peticiones judiciales.

El otro objetivo de esa permuta de propiedad del cerro con la empresa municipal es que se pueda llevar a cabo a la larga el proyecto que el Ayuntamiento tiene para esa zona. En la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que se está tramitando, el municipio ha calificado esos terrenos como zona de espacios libres, lo que permitirá realizar allí un gran parte en el que las cuevas se utilicen con fines turísticos.

Mientras no cambie la calificación urbanística del terreno (ahora es rústico) no se puede hacer ninguna actuación sobre las cuevas. El problema es que la aprobación de ese nuevo PGOU se puede demorar y el mal estado de las cuevas no permite esperar.

La Gerencia de Urbanismo tiene previsto actuar urgentemente mediante el desalojo y el relleno de las cuevas. Es decir, para evitar derrumbes y que los ocupantes vuelvan a entrar se van a semihundir las cavidades que están en peligro.

Según informaron técnicos de Urbanismo, las cuevas que hay en el Cerro de San Miguel no tienen estabilidad porque se trata de un terreno poco apto para este tipo de construcciones. El desnivel del lugar no permite que las cuevas tengan un gran bloque de tierra por encima que las proteja y además se trata de un tipo de terreno arcilloso que produce inestabilidad porque es muy sensible a la lluvia y al sol.

El cerro del Sacromonte tiene unas características geológicas más adecuadas para la construcción de cuevas, motivo por el que se encuentran en mejor estado general, según los especialistas de Urbanismo.

Las cuevas que hay en el Cerro de San Miguel son relativamente modernas. Construcciones que se han ido haciendo durante las últimas décadas sin los requerimientos adecuados para su buena conservación y pervivencia. De hecho, actualmente hay muchas de esas cuevas que están siendo sometidas a pequeñas reformas de mantenimiento que son completamente ilegales porque no están permitidas en una zona no urbanizable y porque no tienen ningún control de buena construcción. La concejal de Urbanismo, Isabel Nieto, explicó que esas obras para ganar metros o espacio interior son en muchos casos las que ponen en peligro la estabilidad de la cueva.

La inspección que el Ayuntamiento ha concluido ya se ha ceñido a las cuevas propiedad de Emuvyssa. Pero en ese cerro hay otras cavidades de otros dueños, aunque no está muy claro quienes son. Urbanismo va a continuar ahora la inspección por esas otras cuevas, aunque el proceso es más lento y complejo porque hay que bucear en el catastro para identificar a los propietarios.

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