Los sindicatos UGT y CCOO, junto a más de una veintena de organizaciones, se concentraron ayer frente a las puertas de la Subdelegación del Gobierno central para manifestarse en contra de la reforma de la Constitución. Según los datos de las organizaciones, unas 500 personas (fuentes policiales las cifraron en 300) se hicieron eco de la protesta en la Gran Vía desde las 19:30 horas hasta las 9 de la noche.

Los respectivos secretarios provinciales calificaron esta decisión de "atentado contra la democracia y la soberanía del pueblo", y advirtieron de que "no durarían en llegar hasta la huelga general si los partidos políticos siguen sin escuchar al pueblo".

Asimismo, ambos coinciden en que esta reforma "no resolverá los problemas de los españoles" y que "en todo caso los perjudica". "Quieren crear una Constitución a la carta que les sirva a los especuladores", argumentaron los miembros sindicales.

La representante de UGT en la provincia, Manuela Martínez, declaró que "con esta enmienda se quieren finiquitar temas de vital importancia para los ciudadanos en 15 días, como dar la prioridad absoluta al pago de la deuda. No estamos hablando sólo de déficit cero, esta herramienta da la supremacía a las necesidades de los mercados financieros, olvidándose de las necesidades sociales".

Por su parte, el secretario provincial del CCOO, Ricardo Flores, unió a la protesta contra la reforma de la Carta Magna su rechazo a los cambios en la regulación laboral. "Será una mejor forma de generalizar la contratación temporal. Es un paso más para cargarse el Estado de Bienestar... el poco que teníamos. Quieren empezar por la educación, la sanidad y los servicios sociales, pero no vamos a permitirlo". Y anunció la concentración convocada el 7 de octubre para continuar con las protesta.