Memoria histórica

Miguel Botella garantiza la "privacidad y el rigor" en la exhumación de la fosa de Lorca

El titular del Laboratorio de Antropología Física de la Universidad de Granada, Miguel Botella, que coordinará los trabajos para exhumar la fosa donde supuestamente se encuentran los restos de Federico García Lorca, Dióscoro Galindo y los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcollas, garantizó hoy la "privacidad y el rigor científico" que caracterizarán la excavación y la posterior identificación de los restps, un proceso que puede iniciarse en noviembre, al ser un mes con menos riesgo de precipitaciones.

Estas declaraciones se producen después que el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón se haya declarado competente para investigar los crímenes cometidos durante la Guerra Civil y el Franquismo y haya autorizado la exhumación de los restos de 19 fosas comunes, entre ellas la del poeta granadino.

En declaraciones a Europa Press, Botella calculó que el estudio completo, desde el comienzo de la prospección hasta la entrega de los resultados, puede durar unos dos meses y requerirá la intervención de un grupo compuesto por unos 20 expertos procedentes del Instituto Andaluz de Geofísica, cuyo coordinador serán Antonio Peña, y los departamento de Arqueología y Antropología de la Universidad de Granada.

El primer paso será delimitar la ubicación de la fosa, algo que no estará "exento de dificultad" puesto que habrá que trabajar en una área delimitada de 2.000 metros cuadrados entre el Parque Federico García Lorca de Alfacar y el paraje conocido como el Caracolar.

En este sentido consideró "más que probable" que durante los trabajos se encuentren otras fosas "ya que es una sitio donde se fusilaba a gente diariamente", y esto podrá retrasar el proceso, puesto que, aseguró, "sería absurdo y una barbaridad empezar a estudiar el asunto y cuando apareciera una fosa no excavarla". 

Para encontrar la fosa donde supuestamente descansan los restos del poeta granadino, se emplearán medios geofísicos y georradar. In situ, se analizarán de manera individualizada los restos acerca del sexo, la edad, la talla o enfermedades u otras características físicas de los allí enterrados --Galindo sufría cojera en una pierna y tenía 60 años--. 

Una vez estudiados todos esos datos, los restos se trasladarán al laboratorio de Antropología, en la Facultad de Medicina, donde se consignarán los ya recopilados y se tomarán otros nuevos. Finalmente, se buscará la corroboración del laboratorio de ADN.

Aseguró que los restos "estarán muy deteriorados", tanto por el paso del tiempo como por los trabajos agrícolas que en la zona se hayan realizado, si bien consideró "que en esta fosa concreta no sería especialmente complicado", al existir muchos datos y fotografías de estas personas.

Manifestó además la intención del grupo de expertos que llevará el proceso de hacer la "exhumación de una par de fosas para rodar el equipo y estudiar las ventajas e inconvenientes", antes de comenzar con la fosa en la que supuestamente se encuentran los restos de García Lorca.

Después de que la familia Lorca manifestara el pasado mes su "temor" por que la apertura de la fosa se convierta en un "espectáculo mediático", Botella aseguró que "estamos en condiciones de garantizar la privacidad y el trabajo serio y riguroso que marcará el proceso de exhumación", ya que de lo contrario, dijo, "haríamos un flaco favor a las personas a las que queremos darle la dignidad que le trataron de quitar en su día". 

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