Nutrición parenteral, del hospital a casa

Una docena de pacientes que necesitan alimentación endovenosa sigue el tratamiento a domicilio

Una enfermera, en la sala blanca donde se prepara la nutrición parenteral.
Una enfermera, en la sala blanca donde se prepara la nutrición parenteral.
S. V. / Granada

01 de febrero 2010 - 01:00

La malnutrición es un trastorno por una deficiencia en la ingesta de nutrientes debido a alteraciones metabólicas o por enfermedades. Muchos pacientes ingresan en los hospitales ya malnutridos, situación que se asocia a una alta morbi-mortalidad, ingresos más prolongados y retrasos en la cicatrización, entre otros aspectos.

En estos casos, se necesita un soporte nutricional para que los pacientes se recuperen mejor y en el menor tiempo posible. Un aporte que, si el paciente no puede hacer de forma oral voluntariamente, tiene que darse por vía enteral bien por suplemento o por sonda siempre y cuando el aparato digestivo permita absorber nutrientes. Pero hay veces que la alimentación enteral no es posible y es entonces cuando se recurre a la parenteral, el aporte de nutrientes por vía endovenosa.

El servicio de Farmacia del Virgen de las Nieves tiene su propia área de Nutrición Parenteral, que tiene como objetivo garantizar la calidad en la asistencia al paciente que necesita aportes nutricionales.

Y atienden a pacientes tanto ingresados (pediátricos y adultos) como a domicilio. Por lo general, los pacientes que necesitan este tipo de alimentación endovenosa son los que tienen problemas de funcionamiento del aparato digestivo, como los que presentan patologías maxilofaciales, resecciones intestinales o reposo del tracto digestivo. También están los prematuros de bajo peso o los que necesitan un trasplante.

A los pacientes hospitalizados les preparan la alimentación a diario de forma personalizada para evitar rechazos. Una vez preparados, los celadores se encargan de distribuirla a las distintas plantas. Ahora, tienen una docena de pacientes a domicilio y unos veinte hospitalizados.

En el caso de los pacientes domiciliarios, "son enfermos que cuando se les da el alta sólo necesitan un soporte nutricional, por lo que no tiene sentido que permanezcan hospitalizados y entonces se van con este sistema de alimentación a casa", explica la responsable del área de Nutrición Parenteral del Virgen de las Nieves, Purificación Vallecillos.

Y, a domicilio, hay pacientes pediátricos y adultos. En el caso de estos últimos se suelen utilizar fórmulas estándares con algún complemento según el paciente ya que al estar de alta están ya estabilizados médicamente. En el caso de los niños, siempre son individualizadas.

"El paciente puede hacer su vida normal. Se lleva una bomba de administración a casa y se le adiestra a él o a un familiar para que sepa cómo lavar el catéter (que suele ir en la vena cava superior) y poner la bomba". Con esta alimentación, que aporta todos los nutrientes necesarios (hasta 20 distintos), el paciente sólo necesita una dosis al día. "Se la suelen poner por la noche a determinada velocidad y cuando se agota la bolsa ya está", matiza la experta.

Las dosis son recogidas por los pacientes en sus centros de salud más cercanos cada día o semana gracias a un convenio con los distritos sanitarios. Cada paciente conoce las normas para la correcta conservación del alimento que se le proporciona, que tiene como base un producto comercializado pero al que se añaden sustancias requeridas en cada caso para que no haya rechazo. Cada cierto tiempo, el paciente acude a revisión.

stats