¿Palos de billar o varitas mágicas?

Una botella, una bolsa de galletas vacía o el túnel de un trenecito eléctrico. Éstos son algunos de los objetos que José María Morales utiliza para llevar la magia a una mesa de billar: empezó a practicar este deporte hace más de cuarenta años y lleva ocho exhibiendo su talento por centros comerciales de toda España. Este fin de semana, el destino ha sido Granada.

Su pasión por el billar lo ha llevado a inventar decenas de jugadas con las que distraer a pequeños y mayores, aunque son los niños los principales protagonistas en estas exhibiciones, según confiesa el propio jugador.

En algunas de sus fantasías pone un túnel en miniatura sobre la mesa y forma una vía del tren con dos palos por la que pasan las bolas o coloca seis en el centro de la mesa formando una figura que se asemeja a una mariposa para después, con un sólo golpe, introducirlas en cada uno de los agujeros de la mesa. Para llevar a cabo sus fantasías cuenta con la colaboración de los niños que pasan por allí; ellos son los protagonistas de estos juegos y en muchas ocasiones participan activamente en el espectáculo.

José María Morales, que es además presidente de la Federación Madrileña de billar, observa con envidia la imagen que, según él, existe de este deporte en centro Europa. Morales afirma que en muchos colegios de esta zona del continente el billar es una asignatura alternativa y que en China se está introduciendo esta disciplina en las universidades. “Dentro de unos años ellos serán los mejores en este juego”, bromea.

Para él es una gran idea que se difunda este juego entre los más pequeños, ya que consigue desarrollar la creatividad y la concentración de los más jóvenes. Para practicar este deporte se requiere una capacidad intelectual mayor que para jugar al ajedrez, “al contrario de lo que muchos opinan es un deporte en el que la mente tiene una gran importancia, de hecho hay muchas más jugadas que en el ajedrez”, insiste.

Sin embargo, la imagen que hay de esta disciplina en España no es del todo positiva. Para él la razón tiene un nombre, “El Buscavidas”, una película estadounidense de los años 60 protagonizada por Paul Newman. En el film, el billar aparece asociado a los ambientes más sórdidos de la sociedad americana, donde este juego se convertía en una forma de ganar dinero. Según Morales, esta visión es la culpable de que se asocie este juego con ambientes oscuros, pero insiste en que no se corresponde con la realidad. Él asegura que, a pesar de que lleva jugando desde que era un niño nunca lo ha hecho con dinero. Entre otras razones porque no está permitido en España. “Al contrario de lo que muchos creen no es un juego para golfos”.

Por eso uno de sus objetivos con estas exhibiciones es dar a conocer la “realidad” de este deporte y ensalzar sus virtudes para jóvenes y no tan jóvenes. Según el experto, el billar es muy apropiado para personas mayores. Además de contribuir a mejorar su vida social, se trata de un suave ejercicio físico en el que entran en juego las extremidades. “Durante una partida”, subraya, “se pueden caminar alrededor de la mesa unos cuatro kilómetros”. Y también es muy positivo par a los adultos, ya que les ayuda a salir de la rutina y huir del stress diario.

Después de más de un centenar de exhibiciones, Morales sigue dispuesto a continuar llevando “la magia del billar” a todos aquellos que quieran disfrutarla. La próxima cita será después del verano y, mientras tanto, continuará inventando nuevas jugadas.