Salobreña está siendo el escenario de un ensayo para balizar las playas de cara a este próximo verano, marcado por la distancia física y el miedo al contagio de coronavirus.

La empresa Satour ha realizado el experimento Q-Beach basado en balizar y señalizar las playas de cara a garantizar los flujos de personas y la separación entre personas.

La prueba se ha llevado a cabo en la playa situada junto al Peñón, frente al chiringuito El Campano, prácticamente a la entrada a la zona costera de la localidad.

En concreto se han colocado diez módulos con los que se ha parcelado una porción de playa de 10.000 metros cuadrados, según Roberto Álvarez, promotor del proyecto.

Cada módulo está tiene unas medidas que no llegan al metro, como se ve en las imágenes, aunque no es un tamaño definitivo, están hechos de hormigón y están pintados de colores llamativos e identificables, además de tener puesto un número identificativo.

Los cubos permanecieron colocados en la playa para tomar imágenes que posteriormente analizará la empresa para obtener unos resultados que sirvan para elaborar un plan válido de balizamiento de playas para este verano.

La repercusión ha sido notable, con presencia de varios medios de comunicación a nivel nacional, pero también ha habido expectación de vecinos y comerciantes que se han acercado a presenciar la prueba.

El Ayuntamiento de Salobreña se desmarca de una iniciativa que recuerdan que es privada, y en la que solo han contribuido con la cesión del espacio en la playa para hacerla. "No significa que la vayamos a contratar", insisten desde fuentes municipales.