Siempre pasa algo con el fútbol en Granada. Los tentáculos de las malas artes y de toda la red de tejemanejes que pueblan los bajos fondos del balompié acaban teniendo un reflejo o una relación con este deporte en la provincia, salpicada en numerosas ocasiones por los escándalos. El caso que ocupa estos días va a ser la investigación por corrupción y blanqueo que afecta de lleno a la Real Federación Española de Fútbol, en concreto a la época que gobernó el máximo organismo recto del fútbol patrio el motrileño Luis Rubiales, cuya casa, nada menos que en el centro de Granada, fue registrada este miércoles por agentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil.

El sobresalto no es el primero que en una mañana invernal tiene lugar en Granada relacionada por las presuntas irregularidades en el mundo del fútbol. Hace seis años, en una matinal también fría y nublada, la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional irrumpió en el estadio de Los Cármenes y en la Ciudad Deportiva del club en una operación policial en la que se acusaba al entonces presidente del club, Quique Pina, de haber creado y liderado una red societaria que presuntamente defraudó grandes cantidades de dinero a Hacienda y que además blanqueó fondos procedentes de traspasos de futbolistas. En la redada, el dirigente murciano fue detenido.

De aquellos polvos estos lodos. Esta operación, en la que también estaba implicado el entonces dueño del club, el italiano Gino Pozzo, derivó en la llamada operación Líbero, la cual condiciona a futuro los planes del Granada CF. En enero de este año, el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, abrió auto de juicio oral contra la entidad rojiblanca como persona jurídica penalmente responsable de los tres delitos agravados contra la Hacienda Pública relativos al Impuesto sobre Sociedades de los ejercicios 2013, 2014 y 2015. Por todos ellos la institución podría estar obligada a pagar 26,9 millones de euros de multa, cantidad a la que se añade un tercio más para fijar la fianza impuesta: 35,8 millones.

Además, los que fueran dueños y presidente del Granada CF, Gino Pozzo y Quique Pina, se enfrentan cada uno a penas de 12 años de prisión y a multas que asciende a 48,6 y 36,6 millones de euros, respectivamente. De las derivaciones de este caso y de cómo afecte al Granada dependerán muchas decisiones del club como, por ejemplo, su posible venta.

Aparte de este caso, años antes, en 2011, también fue noticia el robo de la caja fuerte del estadio de Los Cármenes, caso por el que fue condenado a dos años de prisión a Juan Carlos C.S., el jefe de seguridad del recinto deportivo por aquel entonces. El juez consideró al acusado "cooperador necesario" del delito de robo y absolvió a los otros dos encausados: dos hermanos vinculados a la empresa Tecnimatic Security Sistems SL, que se había encargado de instalar las alarmas en las dependencias del club rojiblanco. En este caso, el Granada CF fue indemnizado con 131.010 euros, el botín del robo.

No es el único escándalo que salpica al fútbol de Granada en los últimos años. También hubo otro en abril del año pasado con las operaciones Gol y Alevines, sobre dos entramados delictivos creados por sendas escuelas-club de fútbol de categorías juveniles y sénior de la provincia de Granada para, presuntamente "estafar a familiares de menores y jóvenes extranjeros, principalmente brasileños, con la falsa promesa de hacerles futbolistas profesionales de élite", explicaba la Policía Nacional en su momento una nota de prensa. En total once personas fueron arrestadas y otras dos investigadas como presuntas integrantes de las dos organizaciones. Se dedicaban a prometer una carrera en el fútbol profesional a jóvenes extranjeros que nunca llegaba a cambios de pagos de hasta 5.000 euros