El parque del Cuarto Real de Santo Domingo está cerrado por obras y sin orden ni fecha claras de apertura desde el pasado viernes. La decisión del Ayuntamiento está motivada por el informe elaborado por la Policía Local que consideraba el espacio inseguro además de por las quejas de algunos vecinos por su mal estado de mantenimiento. 

Desde el Ayuntamiento sostienen que esta  decisión ha nacido también "a petición de la asociación de vecinos del Realejo en Junta Municipal de Distrito Centro". Lo cierto es que la asociación no parece representar todos los sentires del barrio, pues desde la semana pasada otro grupo de vecinos, entre ellos Carmen Gracia, se está movilizando para que "el Ayuntamiento reabra el parque y cierre solamente la zona de tablas rotas, que es lo que van a rehabilitar". 

Esta vecina, quien intentó llevar hasta la asociación la queja del cierre del parque y aunar así fuerzas, explica que efectivamente estos otros vecinos preferían que el espacio que sirve a diario a muchos vecinos para pasear a sus perros y pasar la mañana, se cerrara. 

En mitad de esta disyuntiva vecinal, el Ayuntamiento de Granada se ha posicionado en pro de quienes ven en una zona de este parque un peligro y ha tomado una decisión taxativa: cerrarlo hasta nuevo aviso. El Consistorio se ha basado en el documento de la Policía que "alertaba sobre el mal estado de las instalaciones que podrían poner en peligro a los visitantes por la rotura de las plataformas de madera que caracterizan este espacio o el deterioro del pavimento y la fuente". Decisión salomónica en este caso, dado que se ha decidido clausurar todo un espacio por la mala conservación de una pequeña parte del mismo, que como dice Carmen Gracia, "podría delimitarse y cerrar solamente ese espacio, no todo el recinto". 

Técnicos del Ayuntamiento trabajan ya en la reforma de este espacio, aseguran, aunque aún no se observa que haya operarios trabajando. Eso sí, señalan que "no obstante, seguirá siendo cuidado por los operarios de Parques y Jardines del Área de Mantenimiento del Ayuntamiento de Granada para evitar un mayor deterioro hasta que comiencen los trabajos de mejora. Así, se seguirán realizando en todo momento labores tanto en los jardines como en la propia infraestructura".

La cuestión es que el parque anexo al Cuarto Real de Santo Domingo está cerrado sin fecha de apertura y no por derribo, sino por obras, que aún no han comenzado ni se prevé que lo hagan en un tiempo dado que el Ayuntamiento aún está cuadrando los presupuestos y tampoco ponen fecha a la rehabilitación.

La historia del deterioro de este parque es larga. Se ha visto abandonado por el Ayuntamiento de Granada desde hace tres años que apenas sustituía las bombillas de las farolas rotas, la fuente o los tablones, que tal como publicó este diario se arrancaban y deterioraban día a día. Pero la mala conservación del espacio no es óbice para el estado que presentaba muchos días este espacio anexo a un bien cultural muy turístico: el vandalismo ha sido pieza clave en su menoscabo. 

El espacio muere de puro abandono. Pasear por uno de los pocos parques que tiene el barrio del Realejo es cuanto menos, insalubre y a determinadas horas, incluso peligroso. En el parque que linda con el monumento con el que comparte nombre cada vez es más desagradable dar un paseo. Lo que fuera un desahogo de agua y verdor para los vecinos del barrio y turistas –cuenta con muchos por su situación turística– se ha convertido en una yincana en la que los obstáculos son multitud de basura, y excrementos tanto humanos –el residuo del papel también queda– como de perro.

Pero, como recuerda Carmen Gracia, la falta de urbanidad de algunos o la inseguridad no puede ser la excusa para clausurar sine die un espacio público, son las autoridades quienes deben velar por los lugares municipales así como de su seguridad. Por tanto, la historia de este parque sigue abierta y pendiente de las movilizaciones de los vecinos que sí lo utilizan y lo quieren de nuevo abierto.