Relax para la piel y el alma en pleno corazón de Granada

Barrio de la Magdalena. Calle San Miguel Alta, a un paso de la céntrica Plaza de la Trinidad. Estrechas calles donde reina el silencio. En muchos rincones de este céntrico barrio parece haberse detenido el tiempo. Como en el interior del Aljibe-Baños Árabes. Este refugio para el bienestar y la relajación bebe de la historia de unos antepasados que hicieron del baño público algo imprescindible para la piel y el espíritu. "Uno de nuestros objetivos es ofrecer a nuestros clientes un remanso de calma y bienestar que les aporte una satisfacción única y distinta", dice Carmen Jiménez, encargada de los baños.

Aromas de canela y diversas esencias naturales acompañan al visitante durante su estancia junto al reconfortable té que pueden degustar cuanto quieran en la sala de reposo. Recreo para la piel y el espíritu, sosiego para los sentidos. En su interior se "sirve" la sabiduría de civilizaciones que durante más de un milenio y medio, transmitieron la herencia de un placer tan delicado como infalible.

Para disfrutar de la hora y media que dura cada una de las siete sesiones diarias, incluidos, sábados, domingos y festivos, en Aljibe-Baños Árabes se le proporciona al cliente toallas, y hay a disposición para quien lo pudiera demandar chanclas y bañadores. La luz tenue envuelve al visitante y lo sumerge en la tradición árabe de los baños y la relajación.

El itinerario comprende el paso por cada una de las siete piscinas que a diferentes temperaturas (frías y calientes), harán de la sesión de baño un excelente elixir de relajación, pasando largos minutos en cada una de las piscinas comenzando por la de agua caliente y alternado con la de agua fría y las restantes de agua caliente a diferentes temperaturas que, completado con el masaje relajante a los clientes que lo hubiesen reservado con aceites esenciales harán de la estancia un inolvidable recuerdo.

La sutileza y la música acompaña a una decoración que nos transporta a otro universo, muy cerca de "séptimo cielo", del Islam, nos dice en nuestro recorrido por el interior de una estancia donde se han empleado materiales y elementos propios de este tipo de construcción tales como ladrillos de adobe macizo, pilares, arcos y bóvedas con simbología celeste y sobre todo el blanco mármol de Macael en los recintos de baño. Los alicatados de las paredes con figuras geométricas nos harán llegar mentalmente al "tesoro que apreciaron y compartieron romanos y musulmanes".