Los restos de Consuelo Tamayo 'La Tortajada', una "incógnita" aún sin revolver

Averiguan que Joaquina Eguaras, primera profesora de la UGR, no está enterrada en el Cementerio de Granada

Una postal con la actriz Consuelo Tamayo como protagonista.
Una postal con la actriz Consuelo Tamayo como protagonista. / G. H.
Isabel Vargas

28 de diciembre 2018 - 13:00

El Centro Artístico, Literario y Científico de Granada tiene pendiente la identificación de los restos mortales de Consuelo Tamayo La Tortajada (Santa Fe, 1867 - Santa Fe, 1957). La bailarina y cantante nacida en la localidad granadina se presentó como actriz de variedades en Madrid y Barcelona y con quince años debutó en el Empire de París.

"Es una incógnita. Es otro tema pendiente que aún no hemos podido averiguar. El nicho está a nombre de Consuelo, pero la persona que está dentro puede que no sea ella. Ella murió en Santa Fe. Tenemos que aclarar si es Consuelo. Es un sólo caso", señala Celia Correa, la presidenta del CALC.

Monumento en honor a Joaquina Eguaras, la primera profesora de la UGR.
Monumento en honor a Joaquina Eguaras, la primera profesora de la UGR. / G. H.

Algo similar ocurrió con la tumba de Joaquina Eguaras, la primera profesora de la UGR –y la única hasta 1935–, entrando en la plantilla de la Facultad de Filosofía y Letras como profesora ayudante. "Emucesa miró en su registro y se encontró con que la tumba está a nombre de Joaquina. Llamaron a familiares cercanos y resulta que la persona enterrada no era ella", desvela Correa, que explica que “muchas veces el propietario del nicho es uno y el enterrado otro; eso muchas veces dificulta conocer la identidad de la persona”.

La tercera mujer identificada recientemente ha sido Emilia Llanos, intelectual muy amiga de Lorca. "La hemos metido en nuestra relación de ilustres para pase a formar parte del panteón de ilustres granadinos. Nosotros lo vamos a proponer y no creo que haya ningún problema", declara Correa.

Llanos, destaca la presidenta del CALC, fue "una persona importante en la vida cultural de la ciudad”. Mujer culta e independiente, lectora, viajera, inquieta, buena conversadora y mejor amiga, conocedora y amante de las artes, entendida en antigüedades, una mujer que en ciertos aspectos se opuso a lo que se esperaba de las mujeres de su tiempo, tan hostil con ellas, sobre todo con las que vivían en provincias: silencio, soledad, contradicciones.

No obstante, participó activamente en la primera investigación seria, la de Agustín Penón, sobre el asesinato de Federico García Lorca, ya que toda su vida tuvo sobre su conciencia las sombras de la pena y de la culpa por la muerte del poeta.

Penón se presentó en su casa en 1955. Ella fue fundamental en la primera investigación sobre la muerte del poeta. Merece ser recordada –y seguir enterrada–.

Primer plano de la tumba de Emilia Llanos, ubicada en el cementerio de Granada.
Primer plano de la tumba de Emilia Llanos, ubicada en el cementerio de Granada. / Carlos Gil
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