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Rovi, del plan fallido de la fábrica de vacunas en Granada a esperanza contra el coronavirus

  • Más de un lustro después del proyecto frustrado de crear una planta nacional de antígenos en Escúzar, la compañía madrileña se dispara Bolsa tras anunciar su alianza con Moderna frente al Covid-19

En una fecha tan señalada como el Día de Andalucía de hace seis años, Granada se levantaba leyendo en los periódicos una noticia mala para sus intereses. Tras cinco años de tira y afloja, la farmacéutica Rovi cancelaba definitivamente el proyecto para levantar en la provincia una planta nacional de vacunas de la gripe ante las dificultades en plena crisis económica para lograr la financiación de una iniciativa por la que se iban a invertir 92 millones de euros en Granada y se esperaba crear unos 200 empleos.

Un fracaso que en realidad iba mucho más allá de lo local o lo regional (Rovi tiene en Granada su gran apuesta andaluza dentro del Parque Tecnológico de la Salud) sino que suponía el segundo intento fallido de España como nación para implantar una fábrica de antígenos para humanos con gran relevancia para responder a situaciones de pandemias globales.

La casualidad, o no, ha querido que la compañía madrileña Rovi se haya convertido seis años después en la empresa candidata para la fabricación fuera de Estados Unidos de la vacuna ARNm-1273 que está preparando la norteamericana Moderna. Un antídoto que tiene muchas opciones de ser uno de los antídotos elegidos para atajar la pandemia del coronavirus a nivel mundial, aunque evidentemente hay otros laboratorios en liza y que están logrando sus respectivos avances en la investigación de un antígeno contra el Covid-19.

En las fotos de aquella historia en la que Granada estuvo cerca de convertirse en la sede nacional de la fábrica de vacunas estaba el entonces secretario general de Sanidad, José Martínez Olmos (PSOE), quien ya en aquella época y ahora sigue reivindicando la importancia de un proyecto así para todo el país. El socialista –eminencia nacional en políticas sanitarias– recuerda que fue en 2005, en el contexto de la gripe aviar, cuando el Gobierno llegó a la conclusión con las comunidades autónomas de que había que intentar levantar un centro para abastecer a la población no ya sólo ante situaciones excepcionales sino para cualquier tipo de gripe. La idea en aquel momento fue la de hacer una factoría en Madrid pero no acabó fructiferando.

Años más tarde, en 2009 y con la preocupación latente en la población por la gripe A, se planteó de nuevo la opción y fue entonces cuando la industria farmacéutica se decantó por Granada y más concretamente en la localidad Escúzar donde en la actualidad Rovi ya ha comprado un terreno para hacer una gran fábrica de heparinas. De vuelta al pasado, en el mismo año de 2009, la multinacional Rovi había inaugurado su primera planta fuera de Madrid en el PTS de Granada y esta compañía empezó al mismo tiempo a recabar apoyos institucionales y con otras marcas para levantar este centro que en un principio se fechó para 2012.

La firma del convenio para una fábrica de vacunas en Granada. Año 2009. La firma del convenio para una fábrica de vacunas en Granada. Año 2009.

La firma del convenio para una fábrica de vacunas en Granada. Año 2009. / Archivo

En 2009 hay una foto de la firma del convenio con la entonces ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, y la ahora ministra María Jesús Montero que entonces figuraba como consejera de Salud además del presidente Griñán y el consejero delegado de Rovi.

No obstante, a partir de entonces surgieron los problemas. Un año más tarde Rovi rompió con Novavax y tuvo que aliarse con la multinacional Novartis y el Grupo Ferrer para impulsar la compañía Alentia Biotech bajo la que intentó a toda costa crear ese centro nacional de vacunas marcándose el objetivo de que estuviera funcionando a pleno rendimiento en 2017 en el Parque Metropolitano de Escúzar, ahora famoso por ser 'la casa' del proyecto del acelerador de partículas.

El tiempo pasó y el proyecto se fue estancando hasta que en febrero de 2014 se certificó el paso en falso con la cancelación definitiva de Rovi ante la imposibilidad de conseguir la financiación para llevarlo a cabo. La planta proyectada iba a ocupar unos 10.000 metros cuadrados y tendría una capacidad para producir unos 40 millones de dosis anualmente.

José Martínez Olmos José Martínez Olmos

José Martínez Olmos / MG

"Claro que era importante pero no para Granada sino para España", apunta Martínez Olmos, quien incide en que en esta pandemia se ha visto la necesidad de tener una capacidad máxima de todos los recursos, desde mascarillas a otros materiales. "Es importante porque cubres esa necesidad de tener más cercanía con el lugar donde se fabrica la vacuna", resalta el que fuera secretario general de Sanidad con el Gobierno de Zapatero.

Martínez Olmos, que sigue viendo relevante la implantación de un centro nacional de vacunas, afirma además que la noticia de que Rovi podría fabricarla a nivel mundial es muy buena porque habría mayor proximidad con el centro de abastecimiento aunque todavía está por ver qué vacuna es la que se muestra más eficaz ante la urgencia mundial del coronavirus.

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