La nueva línea del Metro por el Centro de Granada, en su extensión principal, introducirá ciertas restricciones de movilidad, reducciones de capacidad y de velocidad en la zona, contempla el estudio informativo. Los mejores escenarios apuntan a una reducción de los viajes en transporte privado de 8.922 y 9.100 en día laborales en los años 2030 y 2040, respectivamente. Estos servirán para descongestionar calles como la Gran Vía, Pavaneras o Paseo del Violón.

En los análisis realizados la descongestión de la primera repartiría el peso del tráfico en Elvira y San Jerónimo; y en la segunda, junto a Reyes Católicos, potenciará el uso de San Matías o Ángel Ganivet. La reducción del tráfico en la Acera del Darro se apoyaría en la calle Pablo Picasso, y en los Alminares se redistribuiría el tránsito por la avenida Cervantes y Profesor Tierno Galván. Además, si se optara por la variante A (coexistencia Metro y tráfico por los laterales de Constitución), la demanda de tráfico la asumirían Ancha de Capuchinos y Rector López Argüeta. Por todo eso "no se detecta que el Metro vaya a generar dificultades en la circulación", indican los autores del estudio encargado por la Junta.

Aparte de la reordenación del tráfico, el estudio propone la eliminación y reordenación de varias líneas de autobús urbano donde coincidan en recorrido con los trenes. En la capital, se propondría a Alsa eliminar el tramo central de la Línea 4 y crear dos líneas: Chana-Caleta y Estación Acera del Darro-Zaidín. La 8 quitaría el tramo coincidente con el Metro y dejarla en una ruta Estación Avenida Constitución-Camino de Alfacar. Con la 33 se plantea dividirla en dos con trazados entre Cenes de la Vega y Estación Acera del Darro, y Estación Avenida Constitución-Estación de Autobuses. La S2 quedaría reducida a un trayecto entre Villa Argaz y Plaza Fontiveros.

Además, se propondrá la supresión de las líneas 11 (Circular Camino de Ronda-Gran Vía), 21 (Circular Parque de las Ciencias-Estación de Autobuses) y N3 (Cerrillo de Maracena-Triunfo). La estimación es reducir 1,5 millones de vehículos por kilómetro al año. La mejora en la calidad medioambiental sería muy evidente.