No hay más que echarle un vistazo a cualquier hemeroteca para comprobar que son realmente pocos los sectores que han dado buenas noticias a lo largo de 2011. Los términos 'caída en picado', 'hundimiento', 'desplome' y 'precipicio' han sido utilizados en titulares de prensa casi tantas veces como las palabras recesión o crisis. Sin embargo, en el caso de Granada hay algunas excepciones. Dos, en concreto: el turismo y el comercio. Los dos pilares del sector servicios se han confirmado a lo largo de 2011 como los motores de la economía granadina, como las dos únicas actividades capaces de crecer en plena crisis y de actuar como locomotoras de un sistema excesivamente dependiente de la construcción.

Quizá el mejor ejemplo lo ofrece el turismo. En 2011 el sector ha confirmado que, como vaticinaban los expertos, sería el último en caer en la crisis y el primero en salir. Lo últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística no dejan lugar a dudas. A lo largo del año han llegado a la provincia 2.113.978 turistas, lo que significa que Granada ha recuperado más de 129.535 viajeros respecto a 2010. Es decir, que la actividad turística de la provincia, en un año que sigue marcado por la crisis económica, ha crecido un 6,5%. Con estos resultados, el turismo granadino vuelve al nivel de afluencia de visitantes de los que hasta ahora son los mejores años para el sector: 2007 y 2006, cuando llegaron a la provincia 2.132.979 y 2.191.823 viajeros, respectivamente.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. El crecimiento de los beneficios turísticos no ha sido paralelo al de la llegada de viajeros y las pernoctaciones. Los representantes del sector han alertado en multitud de ocasiones de que la rentabilidad no es la que era -herencia de la 'guerra' de precios que se estableció en el sector durante lo peor de la crisis turística- y el presupuesto de los viajeros, tampoco.

Las razones para este buen balance del año turístico hay que buscarlas en el extranjero. Sin los turistas internacionales, el turismo granadino no habría conseguido recuperar el ritmo de crecimiento. En este ejercicio, el turismo nacional apenas ha conseguido crecer un 1,9%, hasta alcanzar las 1.226.550 visitas, mientras que las pernoctaciones de los turistas españoles se han reducido un 0,4%. El comportamiento del turismo internacional ha sido mucho más satisfactorio. Entre enero y noviembre han llegado a la provincia 887.428 extranjeros, un 13,5% más que en el mismo periodo del año pasado. En cuanto a las pernoctaciones, han aumentado incluso más: durante los once primeros meses del año los turistas internacionales han permitido a los hoteles granadinos facturar un 17,2% más de estancias, hasta alcanzar las 1.775.045.

La importancia del mercado internacional no es exclusiva del turismo. En el caso del comercio, también ha sido vital. De hecho, sin contar el comercio exterior difícilmente se puede decir que este haya sido un buen año para el sector. La demanda nacional sigue aquejada por un nivel de consumo bajo mínimos, por lo que a nivel interno no se puede decir que el comercio pase por un buen momento. Más bien al contrario. El cierre de pequeños y medianos comercios incapaces de seguir adelante y de competir con las grandes superficies se ha convertido en algo habitual.

A nivel internacional, es otro cantar. Los últimos datos publicados por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio señalan que durante los nueve primeros meses del año las exportaciones realizadas por las empresas granadinas han crecido un 22,3%. El valor de las ventas de productos y servicios granadinos ha alcanzado durante los nueve primeros meses del año los 604,2 millones de euros, frente a los 493,8 del mismo periodo del año pasado. Este repunte se debe principalmente al incremento de la demanda de los principales clientes de los productos granadinos: Alemania (que ha crecido un 12,9%), Francia (18,2%), Italia (73,4%), Reino Unido (10,3%), los Países Bajos (4,7%) y Portugal (2,3%).

Sin embargo, la misma circunstancia que ha hecho crecer al turismo y al comercio exterior durante el año 2011 puede jugar una mala pasada a Granada durante este ejercicio. La situación económica europea no pasa por su mejor momento y las previsiones hablan de una nueva recesión, sin contar con los vaivenes a los que ha estado sometida la moneda única durante los últimos meses. ¿Esto qué quiere decir? Que mientras el consumo nacional siga de capa caída -y todo parece indicar que seguirá siendo así- la buena racha turística y del comercio exterior granadino puede verse truncada. De ser así, los dos únicos sectores que han mostrado signos de recuperación a lo largo de 2011 se sumarán a todos los que acumulan ya casi cuatro años de crisis.

Así lo advirtieron en su último informe los economistas, capitaneados por el catedrático Miguel González, que elaboran el Boletín de Coyuntura que publica cada trimestre Caja Rural de Granada. "Con lo que ha ocurrido en los últimos meses [en referencia a la crisis de la deuda soberana y a la ralentización de las economías alemana y francesa], puede que el repunte del comercio y del turismo no termine de cuajar o que se paralice".