Granada

La UGR se centra en la calidad para seguir abierta al mundo

  • La Universidad de Granada envía fuera a más estudiantes de los que recibe · La tendencia es realizar el grado en el país de origen y el posgrado en el extranjero

Si hay un elemento que simbolice mejor a la Universidad de Granada, ese es el de la movilidad. Durante las dos últimas décadas ha sido la universidad europea que más estudiantes ha recibido dentro del programa Erasmus y este curso, por primera vez, ha conseguido superar en número los alumnos que ha enviado al extranjero. Con la incorporación de la UGR al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) su mayor reto ahora es mejorar la calidad de los servicios y programas que ofrece para, como dice su lema, seguir abierta al mundo.

Aunque la cooperación académica internacional de la UGR está ya muy diversificada, el programa Erasmus, galardonado en 2007 con la Estrella de Oro, ha sido un pilar básico de lo que hoy se entiende por europeización universitaria. "Uno de los primeros impulsos para el proceso de Bolonia fue precisamente el programa Erasmus, porque evidenció que entre las universidades europeas había una desconexión total, la movilidad era muy difícil y los sistemas no eran transparentes", explica la vicerrectora de Relaciones Internacionales, Dorothy Kelly. Gracias a este programa se estableció el sistema de transferencia de créditos (ECTS), que permitía reconocer los estudios que se realizaban en el extranjero. Con Bolonia se decide que es la mejor forma de medir la carga de trabajo del estudiante y se extiende en todas las universidades.

Con el camino que ya tiene recorrido la UGR, sus responsables en movilidad quieren ir más allá. "A corto plazo aspiramos a mantener el ritmo de participación en las actividades internacionales (culturales y deportivas), ampliar los servicios de asesoría, aumentar la participación del personal docente y de administración y servicios en programas de movilidad y promover la mejora de la competencia lingüística de la comunidad universitaria granadina", explica el director del Secretariado de Internacionalización y promoción, Javier Hernández.

Entre las diferentes vertientes de la internacionalización, la más visible es la movilidad de estudiantes, cuyas cifras impresionan año tras año: el curso 2009-10, la UGR recibió 1.957 erasmus y mandó a 1.847. En ese mismo año, con el Plan Propio (destinos no erasmus), recibió 381 estudiantes y envió a 178. Y sumando todos los programas de movilidad (Erasmus, Programa Propio, Erasmus Mundus, programas de corta duración y alumnos de libre movilidad), el curso pasado se acogieron 2.813 y se enviaron 2.215 estudiantes. Tras la Complutense de Madrid, la UGR es la universidad europea que más estudiantes envía, con una previsión de superar este curso a las cifras de recepcionados.

"Con la entrada en vigor de Bolonia, en los últimos años se está observando un cambio en la tendencia de los estudiantes, que optan más por realizar los estudios de grado en el país de origen y los de posgrado en el extranjero", explica Hernández.

La vicerrectora asegura que este fenómeno se está produciendo sobre todo en los países que han pasado de tener ciclos largos al 3+2 (tres cursos de grado y dos de posgrado).

Sin embargo, en España no está tan claro que se reproduzca este patrón, porque los nuevos planes de estudios son 4+1. "No sabemos qué va a ocurrir en España porque el posgrado es sólo de un año", comenta Kelly.

En todo caso, la UGR está atenta a esta tendencia y trabaja para ser un destino atractivo a los estudiantes extranjeros que desean cursar sus estudios de posgrado en otro país. "Ya tenemos una oferta de másteres en inglés, bilingües y de titulaciones dobles, múltiples o conjuntas, de doctorados cotutelados,..", recuerda Javier Hernández.

Para la Universidad lo importante ahora no es movilizar a un mayor número de estudiantes, docentes o PAS, sino que lo hagan con calidad.

"Es decir, que los socios de la UGR sean centros que puedan ofrecer el programa académico pertinente para cada titulación y en el momento en que se efectúa la movilidad", dice Kelly.

Tanto la experiencia del estudiante, en lo académico, lo administrativo, lo cultural, como la propia gestión de la universidad están en el punto de mira de este departamento. Buscan una calidad en la movilidad también para la preparación de los estudiantes que se van y los que llegan a Granada. "Hemos mejorado también -apunta la vicerrectora- al sacar nuevos reglamentos que clarifiquen los procedimientos". Una organización que se completa con la armonización de las diferentes prácticas de los centros de la Universidad, facilitándoles la tarea desde el Vicerrectorado. Aunque hay una asignatura pendiente más difícil de abordar: elevar la competencia lingüística acreditada de los estudiantes locales.

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