Granada

La UGR estudia la rehabilitación de Derecho y Traductores

  • El Laboratorio de Restauración Arquitectónica se convierte en una avanzadilla de las últimas técnicas europeas con sus proyectos de reforma de edificios

El Laboratorio de Restauración Arquitectónica (LRA) de la Universidad de Granada se ha convertido en el mascarón de proa de la rehabilitación en la ciudad. Los trabajos tienen la finalidad de catalogar los edificios de mayor valor patrimonial y reflexionar sobre las aplicaciones prácticas de las últimas teorías de esta disciplina, a caballo entre la ciencia y el arte. El Colegio de San Pablo, actual Facultad de Derecho, y el Palacio de las Columnas, que acoge Traductores e Intérpretes, son los dos últimos hitos conquistados por sus proyectos.

El catedrático de Restauración Arquitectónica de la Universidad de Granada, Javier Gallego Roca, es el director del laboratorio, creado para que los estudiantes del último curso realicen trabajos prácticos sobre algunas de las construcciones más destacadas del patrimonio urbano. "Tomamos la ciudad como un laboratorio. La abordamos desde un punto de vista global, pero realizamos una aproximación muy detallista sobre los edificios", aclara el catedrático sobre los planteamientos del Laboratorio.

Con esas premisas, los alumnos del Laboratorio de Restauración Arquitectónica han trabajado ya en edificios como el Palacio de los Vargas, el de Castillejo, Agreda o Abrantes. También los Conventos de las Comendadoras y Santa Catalina.

El LRA ha centrado sus trabajos en varios ejes de la ciudad, como la calle San Jerónimo, con numerosos edificios palaciegos. También en Pavaneras y las construcciones palaciegas del Albaicín.

Ahora se plantean abordar el estudio de los edificios de las inmediaciones de Derecho y los de la Carrera del Darro, que el arquitecto señala como una de las zonas en las que se concentran mas inmuebles históricos. "Granada está muy centrada en la Alhambra, pero es una de las ciudades españolas más italianas. Hay numerosos restos de la arquitectura palaciega italiana del renacimiento por las calles de Granda. Un ejemplo de ello es el mismo Carlos V, en pleno corazón de la Alhambra".

"Nuestro objetivo es lanzar una nueva mirada sobre la ciudad", declara Gallego Roca, para quien lo importante es generar "posiciones críticas en los arquitectos", por lo que paralelamente a los trabajos, el Laboratorio "participa en el debate de ideas" que se produce en Granada sobre la restauración de distintos elementos arquitectónicos. "Es importante que los alumnos se enfrenten a los problemas reales", apostilla.

En su mirada global a la ciudad, desde el LRA se señala la necesidad de hacer mayores esfuerzos en algunos barrios, como los del Cenete, Elvira o El Realejo, "en los que hay intervenir para facilitar las condiciones de habitabilidad".

Esas actuaciones se deben realizar primando la vida de sus habitantes. Según los criterios del LRA, la rehabilitación de esas zonas tiene que plantearse hasta los problemas de tráfico de estos enclaves.

Además, las intervenciones deben ser "compatibles con los valores constructivos, estructurales y formales de estas arquitecturas", en palabras de Gallego Roca, quien propone a sus alumnos una serie de métodos de trabajo para lograr esa aproximación de gran rigor técnico, pero también multidisciplinar. Junto a los levantamientos geométricos y estratigráficos, los análisis constructivos y la investigación histórica, se aporta información sobre el área de estudio en el que se enclava el edificio.

Y entre los nombres sobre los que el LRA baraja aplicar ese exhaustivo método en los próximos años se encuentran los Conventos de San Justo y Pastor, el de la Encarnación y el Colegio Notarial.

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