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Universitarios y salud mental: Así funciona la Clínica de Psicología de la Universidad de Granada

  • Unos 200 estudiantes, docentes y personal de la UGR recurren cada año a este centro, en la Facultad de Psicología

  • Ansiedad, estrés o problemas relacionales son algunas de las cuestiones que abordan profesores y estudiantes del máster de Psicología General Sanitaria en este centro, donde se investiga, se estudia y se forma a profesionales

Antonio Fernández Parra junto con estudiantes del Máster, en la Clínica de Psicología de la Facultad de Psicología de la UGR.

Antonio Fernández Parra junto con estudiantes del Máster, en la Clínica de Psicología de la Facultad de Psicología de la UGR. / antonio l. juárez / PS

El pasado año cerca de doscientas personas hicieron uso de la Clínica Psicológica de la Universidad de Granada, un centro en el que se imparte docencia, se investiga y, además, se atiende a la comunidad universitaria. De este número total de personas atendidas, prácticamente la mitad fueron estudiantes, mientras que el resto fueron docentes, personal de Administración y Servicios o familiares de éstos. "Entre noviembre y diciembre ya se genera lista de espera", explica el responsable del centro, Antonio Fernández Parra.  

"Los estudiantes acuden con problemas relacionados con la ansiedad, problemas relacionales, estrés...", enumera Fernández Parra, que advierte de lo necesario que resulta abordar estas cuestiones desde el ámbito psicológico. Cuenta que en el Reino Unido, durante el Gobierno de Tony Blair -hace años- se valoró cuánto costaba a la sanidad pública la atención de personas con problemas de salud mental desde el terreno farmacológico y desde el ámbito psicológico. Los resultados terapéuticos de las intervenciones psicológicas eran iguales o mejores que los resultados obtenidos por los fármacos. Así se llegó a la conclusión de que eran necesarios más psicólogos.

Los problemas de salud mental que se abordan en este centro de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada no son intrínsecos al colectivo universitario, aunque despuntan la ansiedad -con 50 pacientes aproximadamente cada curso- y estrés -con otras atenciones-. También presenta una "alta demanda" la situación que genera el duelo o la pérdida, añade Fernández Parra, que puntualiza que estos casos no siempre tienen que ver con un fallecimiento. "Cada vez hay situaciones más complicadas", reconoce el catedrático y psicólogo, que concede que el Covid y el confinamiento han podido influir en esto. "Antes el duelo estaba integrado, se asumían las pérdidas", un proceso que se ha visto trastocado.

"También hay un incremento de ideaciones suicidas", reseña Fernández Parra, que admite que, generalmente, el estudiantado "tiene poco acceso a los recursos de salud mental. No son usuarios frecuentes del sistema sanitario público", situación a la que se suma el hecho de que "no es fácil obtener atención en un sistema saturado", reconoce el catedrático. Hasta la Clínica Psicológica de la UGR llegan quienes no saben muy bien por dónde empezar. "Recurren a nosotros y aquí se les atiende o se les deriva al sistema sanitario público", lo que convierte a este espacio de la Facultad de Psicología en un primer escalón que, quizá, debería estar en Atención Primaria. 

Sobre este incremento de casos de ideaciones suicidas, Fernández Parra señala que la Universidad de Málaga (UMA) ya ha puesto en marcha un programa de prevención dentro de su comunidad universitaria, una apuesta por la que "tenemos interés", señala el catedrático. El protocolo de la UMA podría servir de orientación a iniciativas posteriores.

"No somos un centro hospitalario, y tenemos la limitación del periodo de atención, que se extiende a lo largo de un curso", apostilla el responsable del Centro, que recuerda que la atención psicológica en la Atención Primaria "no existe, y debería".

"Tenemos el curso para trabajar" con las personas que piden entrar en los programas con los que cuenta el Centro. "Y en ocasiones resulta suficiente", indica Fernández Parra, que señala que en función de la situación de la persona atendida se le prolonga la atención el siguiente curso o se deriva a otros recursos.

Hasta este espacio, en la primera planta de la Facultad, llegan cuestiones que no sólo tienen que ver con la salud mental. Así, cuentan con programas sobre violencia de género, consumo de tabaco u otras adicciones, hábitos saludables o trastornos alimentarios. También hay estudiantes que solicitan ayuda por problemas de lectoescritura. Especialmente llamativo es un caso que recuerda Fernández Parra, el de un doctorado al que se le determinó que tenía dislexia, un trastorno que pasó desapercibido durante toda su etapa educativa hasta conseguir llegar a un programa de doctorado.

Universitarios y salud mental

¿Es la salud mental de los universitarios mejor o peor que la de otros colectivos? En la Clínica de la UGR han estudiado los casos que llegan curso tras curso. "Sabemos que hay problemas constantes", apunta Fernández Parra. Un ejemplo de ello es lidiar con los estrictos plazos que se aplican en los programas de doctorado. "Es una población siempre sometida a exigencias", reseña el investigador, que subraya que los especialistas "vemos las situaciones de ansiedad cuando empiezan a ser problemáticas".

Los estudios apuntan a que un 20% de la población universitaria tienen problemas psicológicos. "En algunos de estos casos los problemas se paliarán. En otros se agravarán", apostilla Fernández Parra, que estima que la pandemia "ha sido muy dura", también entre los universitarios, que vieron complicados sus planes y también sus relaciones sociales. Así, se ha percibido un repunte de casos en los que se manifiestan problemas de sueño, lo que supone, como consecuencia, una bajada de rendimiento. 

Formación y atención

"Generamos un servicio y conocimiento". La Clínica de Psicología de la UGR aúna una función de atención a la comunidad universitaria con la investigación y la formación del alumnado del máster de Psicología General Sanitaria, 30 estudiantes al año.

"Tenemos programas muy especializados, y es importante mantener el nivel de formación", sopesa el director de la Clínica. "La parte asistencial es importante, pero si no la vinculamos a la generación de conocimiento perdemos el objetivo", valora el catedrático, que resume la situación con una frase que resume todo. "No hay menos fortaleza psicológica, pero sí hay más problemas para desestabilizar la vida”.

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