Reducir el valor de un objeto a una cantidad de euros es eso, reducir en el sentido de mermar, pero en ocasiones sirve de unidad de medida para conocer qué se tiene y si es más o menos valioso. En el caso de la Universidad de Granada, el dato puede evidenciar que la institución es uno de los ‘propietarios’ de tesoros patrimoniales más destacados de toda Andalucía. En euros, el total de las obras que componen las colecciones de la UGR se ha valorado en prácticamente 46 millones.

Desde hace años, uno de los caballos de batalla para definir el modelo de financiación de las universidades públicas andaluzas es precisamente que la Administración autonómica tenga en cuenta no sólo cuestiones como el número de estudiantes, sino elementos como el patrimonio que las instituciones de educación superior deben conservar y destinar una financiación adecuada para el mantenimiento de estos elementos.En diez años Granada celebrará los primeros cinco siglos de vida de su Universidad. Y esos 500 años se materializan, más allá de lo que se imparte en las aulas en edificios históricos –algunos de ellos catalogados como bienes de interés cultural, es el caso del Colegio San Pablo o el Colegio Máximo– y también en su contenido. Durante estos cinco siglos se han adquirido o conseguido mediante cesiones y donaciones obras de arte, documentos, libros y elementos que se emplearon en las clases –animales, ceroplastias, mapas, cerámicas–, sí, pero también para embellecer estancias, decorar despachos, ennoblecer capillas o destacar la labor de creadores. Es el caso del globo celeste de Alexandre Delamarche, de 1875, que recoge el catálogo de estrellas fijas agrupadas en constelaciones con su situación relativa el día 1 de enero de 1850. En su momento fue de uso didáctico, ahora es un elemento artístico excepcional.

Otro ejemplo, en el Salón de Rectores del Hospital Real se encuentra el piano de mesa Collard & Collard que llegó a la Universidad de Granada en 1971 como parte del legado de la Fundación San Javier y Santa Cándida. Su restauración, reciente, “forma parte proceso de recuperación del patrimonio de la UGR, algo que consideramos una obligación, además”, destacó entonces el vicerrector de Extensión Universitaria y Patrimonio, Víctor Medina.

Cristo crucificado de Francisco Bayeu.

Esa “obligación” es eje del trabajo que se desarrolla en este Vicerrectorado. La Universidad de Granada desde hace años desarrolla un intenso plan de catalogación en pos de ordenar este ingente patrimonio repartido en escuelas y facultades y uno de los elementos clave para avanzar en la protección de estos elementos artísticos es contratar un seguro.

El portal de licitaciones de la Universidad de Granada ha publicado recientemente el expediente para contratar la póliza de seguro de todo riesgo de daños a las obras que forman el Patrimonio Histórico Artístico de la Universidad de Granada, por un montante de 45.000 euros y una duración de un año, desde el 1 de diciembre de este año al 30 de noviembre del próximo 2022.

El pliego de prescripciones técnicas también incluye el dato de cuánto valen los tesoros de la Universidad. La valoración total de las obras que componen los bienes del patrimonio histórico artístico se cifra en 45,9 millones de euros. La relación de bienes se remitirá a las licitadoras que así lo soliciten.

La responsabilidad de la aseguradora alcanzará hasta los 50 millones para el depósito de bienes que componen el patrimonio artístico de la UGR, y otros fondos que estén bajo la custodia de la institución. Para las exposiciones y préstamos temporales se establece una responsabilidad de un millón. Esta cobertura es de un año. El contrato se justifica “al no disponer la Universidad de Granada de los medios, técnicos y humanos, necesarios para realizar el trabajo”, por lo que “se considera necesario la contratación de una empresa externa”.

Tomo de la Biblioteca del Hospital Real.

El seguro cubre las obras que no tengan consideración de inmuebles o partes fijas, lo que deja fuera a inmuebles de enorme singularidad como el Hospital Real, o enclaves como el Albercón del Moro o el Alfar Romano de Cartuja. La póliza asume las pérdidas o daños físicos que se puedan producir en las obras aseguradas, entre las que se incluyen las que estén en depósito en la UGR, algo que no es excepcional. Hace dos años la Universidad realizó una exposición con las obras de arte que custoria pero que son propiedad del Museo del Prado. Una de ellas es el Príncipe de Viana, objeto de reciente restauración y que preside el Salón de Rectores.

“La Universidad de Granada considera una prioridad la conservación, catalogación y visibilización de su patrimonio”, ha expresado en varias ocasiones el vicerrector de Extensión Universitaria. En 2019 el Crucero del Hospital Real albergó una exposición que recogía la labor de recuperación patrimonial desde 2015, periodo en el que se catalogaron numerosas piezas. “Algo más de 3.000 son, además, nuevas, porque la colección sigue creciendo”, explicó entonces Medina.

En la presentación de Horizonte V Centenario –iniciativa que tiene como objetivo trazar el camino que finalizará en 2031 con la celebración del quingentésimo aniversario, hace unos meses, se recordó precisamente el patrimonio material e inmaterial que atesora después de casi 500 años de actividad y el compromiso de la institución con “la divulgación y el conocimiento” que emana de todo ese patrimonio. Ese compromiso se materializa en exposiciones, como las que aloja la sala del edificio de servicios centrales del Parque de Ciencias de la Salud, la Facultad de Bellas Artes o el propio Crucero del Hospital Real.