financiación universitaria

La Universidad de Granada tendrá que recurrir a 24 millones de sus remanentes tras el "ajuste" de la Junta

  • La rectora indica que la decisión de la Junta de "ajustar" 135 millones del presupuesto de las universidades andaluzas pone en peligro el sistema

  • Tendrá que emplear ese dinero de los remanentes para cubrir gastos corrientes y de personal

Pilar Aranda y María Teresa Pagés.

Pilar Aranda y María Teresa Pagés. / R. G.

La Consejería de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad ya ha puesto "sobre la mesa" su plan para ajustar 135 millones del presupuesto destinado para las universidades. Finalmente, serán 24 los millones que la Universidad de Granada tendrá que cubrir con sus propios remanentes, según confirmó la rectora, Pilar Aranda, en la presentación del estudio Generación de valor de la UGR en su entorno: análisis de su impacto económico y social.

La Consejería planteó este ajuste en las cuentas de las universidades para, según explicó el consejero, Rogelio Velasco, dotar al Fondo de Emergencia Social y Económica, que contará con 700 millones para hacer frente a la crisis causada por el Covid-19. Al tiempo, indicó que esa cantidad se "compensará" con remanentes no afectados. En el caso de la UGR, son 24 millones y quedarán de remanentes otros 10.

Tras la decisión de la Junta, la rectora indicó que su preocupación está a medio y largo plazo. "¿Qué se va a pasar el año que viene? Yo lo único que pido es un plan", insistió. Aranda indicó que transmitió esta petición de información y de un plan tanto al consejero Velasco como al secretario general de Hacienda, Ignacio José Méndez Cortegano. También recordó que el pasado año se obligó a las universidades a recurrir a 40 millones de remanentes.

"No son ahorros", insistió Aranda. Los 24 millones que se sacarán este año de remanentes de la UGR irán a financiar gastos "estructurales" del capítulo I y II, personal y gastos corrientes. Desde hace años la Universidad reclama que la Junta financie los gastos estructurales.

"El modelo de financiación es pésimo y nos perjudica desde 2007", aseguró la rectora, que alegó que datos como los recogidos en el estudio sobre el impacto de la UGR en el territorio le permiten argumentar a su favor. "Es un arma" que llega en un "momento idóneo", aseveró.

Sobre sus reclamaciones y críticas al modelo de financiación (una cuestión abierta con el anterior Ejecutivo y que no se ha conseguido resolver), Aranda insistió en que "no somos pedigüeños". De la Universidad "irradia el conocimiento" que posteriormente revierte en mejoras sociales y económicas.

La rectora recordó que en la misiva remitida por los rectores andaluces al consejero se indica que los remanentes no son ahorros de los que se pueda echar mano, sino que es dinero para proyectos que no han podido ser ejecutados: "Que los remanentes de tesorería no afectados de los que disponen algunas universidades corresponden a cantidades presupuestadas en ejercicios económicos anteriores al actual, que, por diversos motivos, no pudieron ser ejecutadas", indica la carta, que también reclama una solución que no ponga "en riesgo el desarrollo digno de sus funciones y su estabilidad futura" del sistema universitario.

Sobre los pasos a dar una vez que se ha conocido la propuesta de Economía, el ajuste se tratará en el Consejo Andaluz de Universidades. Aranda explicó que confía en que haya cierto margen de maniobra y arremetió contra las medidas cortoplacistas. "Se han precipitado, sabemos que la crisis vendrá el año que viene", zanjó.

Al mismo tiempo, defendió la solidaridad del sistema universitario. "Se puso a disposición de las autoridades sanitarias" tanto instalaciones como recursos universitarias para hacer frente a la pandemia. Sin embargo, la UGR también reclama que no se recorte en su financiación. "Queremos la evaluación, somos un servicios público, y si no damos los resultados, que nos hagan los ajustes", insistió Aranda.

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