El Ayuntamiento de Granada le ha exigido al Servicio Andaluz de Salud (SAS) el cobro de un millón de euros correspondiente al impuesto de construcciones del nuevo Hospital Clínico, una tasa que tiene que pagar la instalación por edificar en el suelo de la capital. El cobro de la sustanciosa cuantía no será tarea fácil. Por el momento los reiterados recordatorios del Ayuntamiento al SAS han caído en saco roto.

Según el portavoz municipal, Juan Antonio Mérida, el Servicio Andaluz de Salud se ha negado a hacer frente a este pago, responsabilizando a la empresa constructora del desembolso de la cuantía. Desde la Delegación de Salud corroboran su postura y afirman con rotundidad que es la constructora la que tendrá que hacer frente al pago.

Con esta respuesta, el Ayuntamiento se ha dirigido a la empresa recordándole la necesidad de que, uno u otro, cumpla con las obligaciones municipales. Pero la respuesta de la constructora ha ido en el mismo sentido: "La tasa tiene que pagarla el Servicio Andaluz de Salud", ha dicho la empresa.

"Lo cierto es que, uno por otro, el Ayuntamiento todavía no ha cobrado el impuesto de construcciones del Hospital Clínico", lamenta el portavoz municipal, Juan Antonio Mérida, quien confía en que finalmente el SAS haga frente a sus obligaciones. Eso sí, el proceso se antoja largo, sobre todo teniendo en cuenta que la negativa al pago del impuesto de construcciones no tiene consecuencias negativas a la hora de conseguir otro tipo de permisos municipales como la licencia de apertura (que concede Medio Ambiente) o la de primera ocupación (que tiene que otorgar Urbanismo).

"El impago no paraliza nada y, de hecho, tenemos experiencia en otros casos en los que la Junta ha tardado más de cuatro años en pagarnos las tasas municipales de sus edificios, por ejemplo el Impuesto de Bienes Inmuebles", manifiesta el portavoz municipal y añade: "Pese a todas las trabas con las que nos estamos encontrando esperamos que al final podamos cobrar esta cuantía, si bien es cierto que nos encontramos atados de pies y manos".

Aunque la única opción para el Ayuntamiento es esperar con la confianza de que en algún momento cobrará la citada tasa, el portavoz municipal reconoce que lo fundamental es que los ciudadanos no se vean salpicados por los dimes y diretes que mantienen las distintas administraciones. "Está claro que el ciudadano no debe verse afectado por esta situación y tenemos claro que no va a ser así", reconoce Mérida, quien confía en que el Ayuntamiento no tenga que recurrir a los juzgados para cobrar el impuesto de construcciones, hoy en el aire.