Negratín, Francisco Abellán, Cubillas y Bermejales han sido los cuatro embalses que, en los últimos meses, han sido analizados en profundidad por los técnicos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) para determinar su capacidad real. Estas infraestructuras, con el paso del tiempo, pueden acumular sedimentos que, a la larga, supongan una merma en la cabida de agua.

Durante estos últimos meses se han actualizado las curvas de capacidad de 29 embalses de la cuenca, de los cuales, trece pertenecen al Sistema de Regulación General (SRG). De la treintena de infraestructuras estudiadas, cuatro están en la provincia y también Bolera, que aunque esté en Jaén suministra agua a una zona de Granada, detalla el director adjunto de la Confederación, Francisco Ureña.

Este análisis ha permitido actualizar los datos que se ofrecen a través del Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la cuenca del Guadalquivir, que incluye a buena parte de la provincia de Granada, a excepción de la franja litoral. También, indica la CHG, se han "implementado" en los "demás registros del Organismo las nuevas curvas obtenidas como resultado de los trabajos de topografía y batimetría que se han llevado a cabo". La conclusión, tras el análisis de los 29 embalses de la cuenca (que cuenta con medio centenar de infraestructuras) es que las reservas han quedado , quedando disminuidas las reservas de 922 hectómetros cúbicos a finales de septiembre hasta los 838 de primeros de octubre en el Sistema de Regulación General.

En el caso de los embalses de Granada, los cuatro ya mencionados han pasado de almacenar 134,825 hectómetros cúbicos a finales del mes pasado, según los datos del SAIH, a contar con 124,565 hectómetros cúbicos de agua a primeros de octubre. El estudio, pues, se ha saldado con una reducción de 10,26 hectómetros cúbicos de agua embalsada que, hasta ahora, se presuponía que estaban y que, tras el estudio técnico, se ha comprobado que no es así. Esta cantidad es prácticamente un tercio de lo que los embalses de Canales y Quéntar -también dependientes de la CHG- suministran, en todo un año, a Granada capital y su Cinturón para su suministro, que asciende a 36 hectómetros cúbicos.

El estudio batimétrico de 26 embalses -finalmente han sido 29 los analizados- se anunció el pasado mes de mayo por parte de la Confederación. El objetivo era "conocer, entre otros aspectos, el grado de aterramiento de estas infraestructuras con objeto de conocer la capacidad real de almacenamiento", indicó en un comunicado el organismo, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. "Una primera tendencia preliminar arroja que el mayor aterramiento se vendría produciendo en los embalses de la margen izquierda del Guadalquivir. Como nota positiva, las primeras conclusiones también señalan que se ha detectado un incremento de la capacidad de algunas presas, con respecto a la calculada históricamente", apuntaba entonces la Confederación. 

La situación actual de los embalses granadinos es delicada. De media, los dependientes de CHG -todos menos Béznar y Rules, que depende de la Junta de Andalucía- están a apenas un 20,3% de su capacidad. De los algo más de 1.005 hectómetros cúbicos que pueden llegar a almacenar disponen de apenas 205 en la actualidad. Desde el organismo que gestiona la cuenca se apunta a que las "previsiones meteorológicas actuales y los distintos modelos consultados no muestran una probabilidad clara de que se registren precipitaciones suficientemente significativas durante los próximos días, y a ello se suma que las temperaturas previstas también se espera que sean más elevadas de lo usual para estas fechas".

"En estos momentos, los caudales que discurren por los cauces principales de la cuenca proceden en su práctica totalidad de los desembalses que se están realizando para el mantenimiento de los caudales mínimos medioambientales fijados para cada embalse en el Plan Hidrológico de la Demarcación", indica la Confederación. Las distintas unidades territoriales en Granada se encuentran bien en situación de alerta o prealerta. En peor estado están las UTE Hoya de Guadix, Bermejales y Regulación General (que incluye la parte norte de la provincia), mientas que las unidades Vega Baja y la Vega Media y Alta están en prealerta, según el último informe de sequía elaborado por el Ministerio y publicado a primeros de este mes de octubre.