Los datos sobre la convivencia escolar en los centros educativos de la provincia no paran de mejorar, según constató ayer la delegada provincial de Educación, Ana Gámez, en el primer Encuentro de Mediadores Comprometidos con la Convivencia que se celebró en el CEP de Granada. "Nueve de cada diez chicos jamás han cometido una falta ni leve ni grave", aseguró Gámez.

El Observatorio para la Convivencia Escolar en Andalucía avaló hace unos días esta afirmación al revelar que el 96% del alumnado andaluz no ha cometido nunca una falta considerada como "gravemente perjudicial" en sus respectivos centros y el 82% de los estudiantes de la comunidad no han cometido "ninguna clase de falta" a lo largo del pasado curso escolar, según se desprende del primer informe anual. Para Educación, estos resultados constatan que "la conflictividad y las incidencias graves ya no son uno de los problemas que tiene el sistema educativo".

Además, por primera vez desde que se puso en marcha el servicio del Defensor del Profesor, se ha registrado un descenso en las llamadas de los docentes que se ven imposibilitados de dar clase por el comportamiento de los alumnos, concretamente del 70% al 40%, según la memoria que presentó ayer esta institución correspondiente a 2009. El sindicato ANPE, que impulso este servicio en 2005, informó que el Defensor del Profesor atendió el pasado curso un total de 3.419 llamadas, registrando el curso anterior 3.569 quejas.

Ambos informes (el de la Administración andaluza y el del sindicato Anpe) coinciden en que los resultados permiten "cierta esperanza" con respecto a la mejora de la convivencia en los centros educativos.

El 82% de los centros andaluces tienen implantado el sistema Séneca de grabación de incidencias y el pasado curso registraron unos 255.000 incidentes, mientras que la tasa de incidencia en relación con el alumnado que las comete y el resto de alumnos se quedó en un 17%, según el Observatorio. Las faltas son tipificadas como leves (perturbación de la clase, actuaciones incorrectas o falta de colaboración en la realización de actividades) o graves (reiteración de faltas leves, impedir el normal desarrollo de las actividades, injurias, ofensas y agresiones físicas). El dato más preocupante es el de las agresiones, que provocaron un total de 4.919 partes, pero es una parte ínfima del resto (0,46%).

Dentro de este reducido porcentaje, el 68% de las faltas se resuelven con apercibimientos por escrito o amonestaciones orales. Son las más graves en las que se opta por otro tipo de medidas correctoras, como son el cambio de grupo dentro del mismo centro escolar (0,6%) o el cambio de centro, medida ésta que afectó el curso pasado a un total de 86 alumnos en toda Andalucía.

Respecto a la tipología de las llamadas al Defensor del Profesor, se ha observado un repunte en las relacionadas con las nuevas tecnologías (internet, teléfonos móviles y redes sociales) así como un ligero aumento -del 12% de 2008 al 15% de 2009- de acosos y amenazas de los padres a los profesores. Más de la mitad de las llamadas (un 54%) corresponden a profesores de enseñanza Secundaria, un 32% a maestros de Primaria y un 5% a los de Educación Infantil. Un 8% fueron agredidos por los alumnos; un 17% sufrió acosos y amenazas; un 6% fue objeto de ultrajes a través de grabaciones, fotos e internet, y un 5% padeció daños en sus propiedades o pertenencias individuales.

Hasta un 24% de las llamadas de profesores al Defensor se debieron a denuncias formales de los padres, quienes han sido protagonistas de estas agresiones en el 3% de los casos y de amenazas en el 15%.

Los maestros también son víctimas de las presiones paternas y de los alumnos cuando informan del rendimiento escolar y, de hecho, un 3% de las peticiones de auxilio se han debido a un intento de modificar las notas.

Para completar el informe, el sindicato de enseñanza advierte que la Administración, según se desprende del 11% de las quejas registradas el pasado curso, no ha respaldado adecuadamente las demandas de este colectivo cuando se enfrenta a su tarea profesional diariamente.