La Avenida de Madrid, una de las principales arterias de la capital, permaneció ayer cortada casi una hora tras derramarse el aceite del motor de un autobús urbano de la empresa Rober, según informaron fuentes de la Policía Local. Durante todo ese tiempo, el tráfico también fue cortado en el túnel de Severo Ochoa, por lo que hubo que desviar la circulación. Eso dio lugar a grandes atascos y problemas en la circulación, principalmente en la Avenida de la Constitución, que comenzaron poco antes de las cinco de la tarde y se prolongaron hasta prácticamente las seis.

Tras conocer el incidente, agentes del Cuerpo de Bomberos se desplazaron hasta el lugar de los hechos y, con la ayuda de personal de la empresa concesionaria de limpieza en Granada, Inagra, cubrieron toda la calzada afectada de serrín, para así evitar que se produjera algún accidente. El piso estaba muy resbaladizo y eso era especialmente peligroso par las motos. Un testigo que trabaja en la zona así lo corroboró: "Se han resbalado dos o tres motos debido a la cantidad de aceite que había en la calzada", relató. Finalmente, y gracias a la rápida actuación de los efectivos de seguridad, se pudo recobrar la normalidad en la zona.

Este hecho no es la primera vez que ocurre, ya que en otras ocasiones también se ha vertido el aceite de los autobuses urbanos, pero nunca había sido tanta cantidad, según las fuentes de la Policía Local consultadas.

En otras ocasiones, añadieron, los causantes de estos vertidos no han sido los autobuses urbanos, sino otros vehículos que también son municipales. Se trata de las máquinas de Emasagra que limpian y barren las aceras, que tienen un mecanismo, movido por una motobomba de aceite, que consigue que giren las ruedas. Ese aceite, más de una vez, ha terminado en la calzada.