Crisis municipal

Boicot al pleno para "ajusticiar" al alcalde de Granada: PSOE, PP y no adscritos abandonan y obligan a suspender la sesión

Los concejales del PSOE y PP abandonando el pleno municipal de Granada, este viernes.

Los concejales del PSOE y PP abandonando el pleno municipal de Granada, este viernes. / Jesús Jiménez / Photographerssports

Una bomba detrás de otra y una ciudad que continúa expectante al "show mediático" que se vive en un Ayuntamiento de Granada que, esta vez durante el pleno de junio que se celebraba este viernes, ha vuelto a escenificar otra "representación teatral" de la que han sido partícipes todos los grupos políticos, en mayor o menor medida. Tras una hora y 45 minutos de sesión, en la que el leitmotiv bien parecía sacado de la popular serie de televisión Aquí no hay quién viva, con esa mítica frase de "váyase, señor Cuesta, váyase", cambiando ese apellido por el de Salvador, y una vez que se habían votado los puntos de gestión que se llevaban en el orden del día, los concejales de los grupos municipales de PSOE y PP han anunciado su marcha del pleno, obligando así a que este tuviera que darse por finalizado sin que se debatieran las mociones, los ruegos y preguntas. Otro desplante más a un Luis Salvador, que se ha mantenido en sus trece de no dimitir durante el mismo, pero que ha anunciado que "la semana que viene habrá noticias importantes".

Se dice que una retirada a tiempo también es una victoria. Y en Granada, esa premisa desde luego que no parece haber calado de ninguna forma. El pleno municipal ha sido como un partido de tenis (o pádel, que ahora está muy de moda), en el que solo uno de los equipos -el formado por todos los grupos salvo Cs- sabían dónde y cómo poner la bola para tratar de llevarse el punto, set y partido ante un Luis Salvador que parecía más bajo de ánimos de lo normal para tratar de devolverla. Y es que el regidor, que ha sido duramente atacado, sobre todo por Vox, guardaba silencio en vez de responder las duras críticas recibidas por todos los flancos.

Desde el principio de la sesión plenaria -a la que acudieron presencialmente todos los ediles del PSOE, el PP, los no adscritos y el portavoz de Unidas Podemos, Antonio Cambril-, ya se avanzaba que el pleno estaba abocado a vivir un "show". "Dos grupos piensan reventar el pleno en el punto 13, espero que no lo hagan", decía Cambril, en una de las primeras intervenciones en un pleno al que aseguraba que "aquí hemos venido a trabajar y a servir a los ciudadanos, no a hacer teatros ni a posar como modelo". La cuestión era que la postura de PSOE y PP, que finalmente no será esta tarde cuando mantengan el anunciado encuentro para conversar sobre la posible solución del Ayuntamiento -"serán las direcciones de ambos partidos las que acuerden la fecha", según ha dicho el edil popular César Díaz- era la de abandonar la sesión una vez se votaran los puntos de gestión llevados a pleno, algo que Unidas Podemos pedía que no se hiciera.

"No vamos a participar en este show sin precedentes en la ciudad de Granada. El pleno representa a la soberanía popular y no hay que reventarlo para forzar al alcalde. Nosotros no tenemos suficientes concejales para una investidura o una moción, pero el lunes iniciaremos conversaciones. Me sorprende que la derecha, si es que lo hace a partir del punto 13, protagonice este despropósito. Si vamos a ajusticiar al alcalde, hagámoslo sin mancillar el pleno. Luis, dimite, da un paso al lado, no prolongues la agonía de Granada ni la tuya. No busques culpables, lo eres tú", manifestaba Cambril, pero de poco iba a servir su alegato.

Una vez que se votaron estos puntos, en los que destacó el tira y afloja -o más bien tira, porque faltó el contraataque del segundo que prefirió quedarse impasible- entre el portavoz de Vox, Onofre Miralles, y Luis Salvador, y en los que todos y cada uno de los grupos políticos pidieron, sin fortuna, la dimisión del alcalde -desde el PSOE se le pidió renunciar durante el pleno para que así "en un máximo de 10 días" la crisis municipal estuviera resulta, ante lo que el regidor mantuvo su negativa, pero sí que anunció "noticias importantes" para la semana que viene- tomó la palabra el concejal del PSOE José María Corpas para anunciar que su grupo abandonaba la sesión.

"Nuestro grupo ha tomado una decisión. Esta situación no tiene más soluciones que o que dimita o que haya moción de censura, pero entendemos que hay que hacer respeto al pleno y votar los puntos de gestión", empezaba Corpas, que luego se preguntaba que "¿qué sentido tiene hacer ruegos a dos concejales o continuar con el pleno? Ninguno. Para nuestro punto de vista entendemos que no hay que continuar con el espectáculo, que sería entrar en el debate de mociones y ruegos y preguntas porque no tendría sentido desde el punto de vista democrático", aseguró, mientras se comprobaba cómo sus compañeros de partido y también la bancada del PP comenzaba a recoger.

"Es obvio que hay cosas que nos diferencian entre ustedes y nosotros, pero dejémonos de reproches y pongamos el punto en buscar una solución. Es lógico que las diferencias salgan a la luz pública, pero tenemos una situación excepcional en el Ayuntamiento que requiere de respuestas excepcionales. Por tanto, tengamos altura de miras y sepamos cuál es el problema de Granada y la solución. Con el PP tenemos que vernos y puede ser cualquier solución porque cualquier solución es viable. Y usted piénselo, alcalde y dimita. Irnos del pleno no es otra cosa que el respeto a la situación democrática", sentenció el concejal socialista. Si bien, más tarde César Díaz confirmaba que el encuentro entre populares y socialistas no será este viernes y queda emplazado a que las direcciones de ambos partidos pongan la fecha.

"Esta tarde no va a haber reunión con el PSOE, se lo confirmo totalmente, que no va a ser esta tarde. Lo iremos viendo y serán ambas direcciones de los partidos los que se pongan de acuerdo. El que suspendió la primera reunión fue el PSOE y tampoco puede pretender llevarnos a retortero a un partido serio como el PP. Los plazos los marcarán las direcciones de ambos partidos", dijo Díaz tras finalizar el pleno.

Por su parte, el alcalde, en aras de evitar la estampida de ediles dijo que "esta situación comenzó antes de registrar las iniciativas de cada grupo para el pleno, por lo que eran conscientes de lo que había y aún así las presentaron. Ustedes, en las mociones presentadas, han presentado una moción conjunta con Cs para lo concerniente al Día de Celebración de la LGTBI; mociones de Turismo; de un grupo de trabajo y seguimiento de la Junta de Andalucía en Granada; una iniciativa donde piden que se suba de 20.000 a 200.000 euros las ayudas a comercios", le reprochaba Salvador, que también enumeró el resto de iniciativas de los otros partidos.

"En el pleno hay muchas iniciativas y por sentido de la responsabilidad, lo lógico es abordarlas. Se está cumpliendo una hoja de ruta que este alcalde manifestó. Antes de los 10 días se puede estar haciendo la cosa que usted pide, por eso no hay causa que justifique que los concejales electos que participan de este pleno se vayan", le reprochó Salvador. Pero la decisión estaba tomada.

"Lo que estamos haciendo es lo mismo que han hecho los representantes de las Juntas Municipales de Distrito y Juntas de Vecinos, que han abandonado. Eso es lo que estamos haciendo. No podemos seguir siendo corresponsables. Nos vamos en este momento", le contestó Corpas a un alcalde, que lo único que ya se limitó a lamentar, tras acercársele Corpas justo antes de irse y colándose por un micro que quizá tenía que haber estado cerrado, fue "si sabéis que a las seis he quedado con... ¿Por qué hacéis esto? A quien favorecéis es al PP".

Con todos los ediles del PSOE ya en pie, parte del PP también y lo mismo con los no adscritos, el portavoz de Vox tildaba de "vergüenza" el levantamiento, pues eso impedía la votación de la moción por la que pedirían la disolución del gobierno municipal, mientras que Cambril consideraba "este show de representación mediática, una falta de respeto a la ciudad", porque "el pleno no se destruye para destruir al alcalde". Pero lo cierto es que nada sirvió para evitar "un teatro que no venía a cuento", según Salvador, que volvió a verse solo (otra vez) y obligado a dar por finalizada la sesión. Granada suma y sigue una polémica más a expensas de ver qué pasa la semana que viene. Mientras, que siga corriendo el crono.

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