La decisión de Pedro Sánchez de extender la bonificación al transporte público ha supuesto, en muchos casos, un efecto dominó que ha terminado trastocando las cuentas de muchos ayuntamientos. Este es el caso de la Plaza del Carmen, que destinará durante los próximos seis meses un millón y medio de euros que no estaban presupuestados, lo que va a obligar al Consistorio a realizar una serie de transferencias de crédito, es decir, mover dinero destinado a priori a otras partidas, para poder aportar el 20% de compensación al billete, según ha explicado a este periódico Raquel Ruz, concejal de Movilidad. 

Entre el dinero que se destinará a este gasto imprevisto (la anterior bonificación no suponía gasto extra para los ayuntamientos), se encuentran principalmente la participación en los impuestos del Estados y las liquidaciones, según Ruz, quien también detalla que se recurrirá al dinero sobrante de algunas partidas sin ejecutar, aunque, en cualquier caso deberá antes ser aprobada por el Pleno municipal o la Junta de Gobierno. Eso sí, esta medida lleva en vigor desde el 1 de enero, por lo que el dinero en cuestión ya está en movimiento incluso antes de dicha aprobación.

Pese a todo, el alcalde de Granada, Paco Cuenca, ha destacado en rueda de prensa que esta medida se ha podido tomar gracias a la "capacidad de gestión" municipal y por la "buena situación económica" de la misma.

Con aprobación o sin ella, con el inicio del año los granadinos viajan un 50% más barato en transporte público, lo que, según ha explicado Cuenca, se traduce en que el viaje pasa a costar 0,42, cuando antes era de 0,83 céntimos, un precio que se mantendrá durante seis meses y con el que esperan rozar el millón de usuarios de 'credibús' antes del verano, lo que supondrá incrementar un 20% durante el primer semestre. 

Según ha especificado el regidor, actualmente el transporte público se encuentra en cifras similares a antes de la pandemia, aunque los únicos datos aportados por Cuenca han sido referidos a 2021, cuando había 700.000 usuarios que utilizaban el bono bus en la capital. Pero el objetivo del equipo de Gobierno es recuperar los datos previos a la implantación de la Línea de Alta Capacidad (LAC) por parte del Partido Popular, que en palabras del alcalde, disuadió a los granadinos de usar el autobús, cuyas cifras de ocupación cayeron en picado. 

Esta medida busca también incentivar el uso del transporte público para 'obligar' a los granadinos a dejar el coche aparcado, mejorando así los niveles de contaminación de la ciudad, que es una de las más perjudicadas de Andalucía según la OMS. 

Este objetivo entronca con otro, también mencionado por Cuenca, como es el de la Zona de Bajas Emisiones, que se pondrá en marcha a partir del próximo año, aunque de momento sigue sin haber una fecha fija en el calendario. Lo único que se sabe, y que ha insistido el regidor en su comparecencia, es que afectará a la llamada "almendra central", que engloba principalmente a la zona centro y los barrios históricos como el Albaicín.

En cuanto a su extensión a otros barrios de la capital, una reivindicación hecha desde otras formaciones y que fue pactada con Unidas Podemos, Cuenca ha explicado que "se irá regulando, planificando, ordenando" en el futuro, pero que de momento la única planificación que existe hace referencia a la zona centro.