La provincia de Granada ha sido testigo durante la jornada del viernes del ruidoso paso de la borrasca 'Karlotta', que ha dejado un rastro de lluvias intensas, vientos desgarradores y desafíos meteorológicos a lo largo de toda la jornada, desde la madrugada hasta la noche.

Desde las primeras horas del día, los vientos se erigieron como los protagonistas indiscutibles de esta tormenta, con rachas excepcionales que alcanzaron los 140 kilómetros por hora en Pradollano, lo que motivó la decisión de cerrar la estación de esquí. Simultáneamente, un frente de lluvias intensas se desplegó sobre distintos puntos de la provincia.

La Costa Tropical, expuesta directamente frente a la borrasca, se convirtió en una de las áreas más afectadas. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) activó el aviso amarillo por temporal, anticipando rachas de viento que podrían alcanzar los 60 km/h y olas de hasta tres metros. Este escenario llevó al cierre de zonas turísticas y a la suspensión de eventos como el pasacalles previsto por el nuevo año chino.

En Playa Granada y en Motril se evidenciaron daños considerables causados por la embestida del agua, generando socavones de más de un metro en algunas áreas. La Policía Local se vio obligada a acordonar estas zonas como medida de seguridad, y maquinaria pesada se desplegó en el lugar para mitigar mayores consecuencias. La borrasca también llevó a la suspensión de la salida del barco entre Motril y Tánger-Med.

La situación también se complicó en la Alpujarra y la Cuenca del Genil, donde medidas de precaución llevaron al cierre de áreas turísticas emblemáticas como la cuesta de los Chinos. Sin embargo, durante la tarde se anunció la reapertura del Bosque de Gomérez y otras zonas tras la mejora de las condiciones meteorológicas, marcando un respiro en la provincia que se instauraría en la provincia durante toda la tarde.

En un incidente especialmente notable, una pareja en Santa Fe sorteó milagrosamente la tragedia cuando su vehículo fue arrastrado por la crecida repentina del río Genil mientras intentaban cruzar un vado. La rápida actuación permitió que ambos ocupantes salieran a salvo del vehículo antes de que el caudal aumentara.

El 112 también ha registrado alertas en Albolote, Baza, Chimeneas, Cúllar, Dúdar, Güevejar, Huétor de Santillán, Loja, Granada, Nevada, Monachil, Moraleda de Zafayona, Peligros, Pinos Genil y Salar. Un incidente destacado fue el accidente sufrido por un trabajador, quien resultó golpeado por la chapa de una furgoneta, requiriendo su evacuación a un centro hospitalario.

Adicionalmente, la A-395 experimentó un corte en el kilómetro 32 debido a condiciones de nieve y ventisca en Monachil. Otras incidencias también afectaron a la A-4026 en Pinos Genil, A-4155 en Salar, A-4004 en Huétor de Santillán, A-92 en Moraleda de Zafayona y en Purullena, así como la A-4002 en Granada, GR-30 en Granada, A-92N en Cúllar y en Baza, A-337 en Nevada, A-3402 en Chimeneas y GR-3424 en Güevejar. La mayor parte de las alertas han sido por acumulación de agua y caídas de objetos.

La pasada noche ya avisaba de lo que transcurriría durante la jornada del viernes, pues contó con fuertes rachas de viento y aguaceros persistentes. Los registros más notables, señalados por el Sistema Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, revelaron cifras como 38 litros por metro cuadrado en El Molinillo, 32,8 en el Túnel del Cubillas y 22,6 en Peligros.

El frente lluvioso, acompañado de un descenso significativo de las temperaturas, se mantiene en la agenda meteorológica para el sábado. La cota de nieve, descendiendo a los 1.100 metros, pronostica nevadas que podrían persistir hasta el próximo martes, consolidando un panorama invernal absoluto.