El episodio de calima registrado la pasada semana en Granada resultó singular por la intensidad del fenómeno y los efectos que la nube de polvo mineral tuvo en la provincia y que todavía es palpable en las calles y, sobre todo, en las fachadas. Este fenómeno también tuvo incidencias en la salud de los granadinos, o por lo menos así se puede determinar a partir de los datos facilitados por la Delegación territorial de la Consejería de Salud y Familias de la Junta de Andalucía.

Según la información facilitada por Salud, la calima no provocó un aumento de las asistencias por problemas respiratorios en los hospitales de Motril y Baza. En la capital, sin embargo, sí hubo un repunte de casos. Salud señaló, en relación con los casos tratados en el Hospital Universitario Clínico San Cecilio, que se trató al doble de personas por afecciones respiratorias entre el martes 15 y el miércoles 16 que en el martes y miércoles de la semana anterior. Por otro lado, en el Virgen de las Nieves la incidencia se notó pero de forma más suave. El número de casos atendidos en este centro por problemas respiratorios en los dos días de calima más intensa fue un tercio superior al registro de esos dos mismos días de la semana anterior. El jueves 17, destaca Salud, el número de atenciones disminuyó de forma palpable e incuso hubo menos casos que el jueves de la semana anterior.

La calima no es un fenómeno excepcional en Granada, pero la borrasca Celia propició un episodio excepcional. Celia actuó como "cinta transportadora" del polvo sahariano, explicó el responsable de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Andalucía, Ceuta y Melilla, Luis Fernando López Cotín, que señaló que "con esta intensidad" eventos como el de la pasada semana son "poco frecuentes". "Con la densidad, la coloración y la falta de visibilidad no tenemos recuerdo de una situación tan intensa" como la vivida hace unos días.

La Aemet señala que el polvo mineral en suspensión puede llegar a "tener efectos negativos sobre la salud, el medio ambiente y algunas actividades económicas, en particular la aviación, por la disminución de visibilidad, y la generación de energía solar". La Agencia también apunta a que "su contenido de sales minerales y metales puede tener un efecto fertilizador positivo para la agricultura y la pesca en las zonas donde estas partículas se depositan".