Agosto es el mes oficial del verano, se mire por donde se mire. Ese momento en que la ciudad se queda vacía -no tanto como en aquellos años en los que Granada llegaba a ser un desierto urbano- y el calor se hace más intenso en medio de tanta soledad y menos establecimientos en los que poder 'enchufarse' un rato al aire acondicionado. Por no hablar de la escasez de sombras al andar por las calles. Este año, agosto ha querido remarcar su condición de mes estival por antonomasia y lo ha hecho de la mano de la primera ola de calor que ha puesto treintena de provincias en riesgo por temperaturas extremas, entre ellas Granada cuya capital marcó ayer sin descaro los 42 grados.

La alerta amarilla activada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) seguirá vigente hoy en Granada, donde de nuevo tocará refugiarse del calor extremo. Los habitantes de la ciudad de la Alhambra van a tener que sacar del armario su ropa más 'fresquita' para hacer frente a este inicio de agosto asfixiante, en el que se está poniendo de manifiesto la canícula.

En un año atípico, con una primavera más fría y lluviosa de lo habitual por estos lares, el comienzo del verano no fue sido demasiado duro, por lo que no se habían escuchado todavía los consejos clásicos de estas fechas.

En concreto, el servicio Emergencias 112 Andalucía recomienda una especial atención a personas mayores, bebés y enfermos crónicos, colectivos que pueden ser "más vulnerables a los efectos del calor y que deben estar bien hidratados de manera continua".

Para ello, se aconseja beber agua cada cierto tiempo (cada dos horas), incluso aunque no se tenga sensación de sed, así como prestar especial atención a las comidas y preparar los biberones en el momento en el que se les vaya a dar a los más pequeños de la casa. En alimentación, es preferible evitar las comidas copiosas y sí recurrir a frutas, verduras frescas y sopas frías.