Formación

El coche 'accidentado' del río Genil en Granada: un simulacro de rescate más real que ficticio

  • La zona de la 'Compuerta Cero' de la capital se llena de personas para vivir esta clase maestra dirigida a futuros bomberos de toda España

  • La práctica consta de tres tipos de rescate llenos de coordinación entre todos los equipos de profesionales situados alrededor del río

Uno de los momentos durante el tercer rescate.

Uno de los momentos durante el tercer rescate. / Jesús Jiménez / Photographerssports

La historia del coche accidentado en el río Genil ha llegado a su fin. Al mediodía de este miércoles 3 de noviembre se llevó a cabo con éxito la ejecución del simulacro de rescate que estaba organizado por parte del Parque de Bomberos de Granada y que tuvo una gran afluencia de público... Y de sustos desde que 24 horas antes se preparó el dispositivo, que incluso dejó más de una decena de avisos a Emergencias durante las horas previas, en los que vecinos se pensaban que se trataba de un accidente real. Y es que se trataba de un 'decorado' que no está nada lejos de la realidad, teniendo en cuenta que ya han sido varias las ocasiones en las que un coche ha acabado en el río tras tener un accidente.

Al llegar a la zona preparada para esta acción, en frente del Hospital HLA La Inmaculada, se comprobaba cómo ambas aceras del río estaban cubiertas de gente, entre ellos, bomberos, instituciones y también curiosos que pasaban por allí y presenciar el espectacular escenario montado para la ocasión. Lo primero que llamaba la atención era el despliegue de medios con hasta cuatro equipos de especialistas repartidos por diferentes puntos. Por un lado, las miradas se marcaban en los bomberos que sacarían a las personas atrapadas en el interior del vehículo. Sin embargo, a medida que avanzaba el simulacro, se notaba que no estaban solos. Hasta tres equipos de vigilancia los respaldaban. Uno a cada lado del río y otro río abajo.

Comunicación, coordinación, sutileza. Tres características palpables a lo largo del simulacro. Cada señal, cada paso y cada acción estaban custodiadas y apoyadas por los demás. Se realizaron hasta tres tipos de rescate. El primero gozaba de una sincronización que no permitía ni un mínimo error o falta de precisión. El equipo de bomberos iba al unísono, sin prisa, pero sin pausa, sabiendo que el objetivo era llegar al coche y salvar a esa persona. Así fue, la persona atrapada en la parte de atrás ya estaba fuera.

Con las compuertas abiertas, el tiempo corría en contra de los bomberos porque aumentaba la cantidad de agua y, por consecuencia, se acercaba el hundimiento del coche. La simulación era extrema, como si se tratara de una inundación real. El segundo rescate fue más espectacular. Un sólo bombero salvaba la corriente del agua con paso firme y se tiraba al remolino formado en el centro del río donde se acumulaba la mayor parte del caudal. Nadaba hasta el coche y desde el techo y con la ayuda siempre de sus compañeros a los lados del río sacaba al piloto por su ventanilla.

Por último, el tercero y rescate final entrañaba más dificultad, ya que se simulaba, en este caso con un maniquí, el caso de una persona que no podía ayudar y estaba atrapada. Para sacarla tuvieron que utilizar diferentes herramientas para romper la chapa y abrir la parte de atrás del coche. Seguidamente para transportarla a un lugar a salvo utilizaron una lancha de rafting.

Bomberos de Granada ya alertó 24 horas antes de esta acción, que se enmarca en unas jornadas que se están llevando a cabo sobre rescates en accidentes de tráfico en el Palacio de Congresos de la ciudad, con el desarrollo de un ensayo del propio simulacro. De hecho, numerosos ciudadanos que no eran conscientes de todo ello alertaron al 112 sobre un supuesto coche accidentado en el río.

Esta simulación se lleva realizando desde hace varios años, estando liderada por el Parque de Bomberos de Granada, aunque también colaboran Policía Local, Oficina Técnica, voluntarios de Protección Civil y la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, siendo este último organismo el que autoriza la bajada de las compuertas del río para poder provocar que haya suficiente caudal de agua para simular una inundación y que el rescate pueda ser más real aún.

Unos 80 bomberos procedentes de toda España asistieron a esta clase maestra, entre otras actividades que contemplan en el programa de las jornadas. La concejala de Protección Ciudadana y Movilidad de Granada, Raquel Ruz, estuvo presente y se congratuló de la experiencia que pueden vivir los futuros bomberos, ya que "intercambian experiencias e información, llevan a cabo talleres, prácticas, un programa muy completo, además, con ponencias y lecciones que nos haga llegar a esa excelencia en el servicio de bomberos que necesitamos y se merece tener esta ciudad y el resto de España".

Por su parte, la representante de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, Mónica González, explicó que "el simulacro que se lleva a cabo es un ejemplo de coordinación administrativa entre Ayuntamiento de Granada, Confederación, Subdelegación de Gobierno y la Confederación. Se realiza con la finalidad de que ante un riesgo crítico de inundación en la ciudad de Granada, precisamente en este punto de la compuerta cero, el trabajo de las administraciones se lleve a cabo de la mejor manera y más rápida posible".

Respecto a la complejidad del simulacro, el jefe del Parque de Bomberos de Granada, Gustavo Molino, detalló que se trata de un "rescate de unas víctimas en el interior de un vehículo con el agravante de la corriente de agua que nos expone más aún. Es clave la organización y la multidisciplinariedad de todos los implicados en situaciones que pueden llegar por un accidente fortuito o una avenida fuerte de agua que cree este riesgo".

Así, la formación de efectivos ya ha terminado, el coche ya está rescatado y con ello se pone fin a los sobresaltos de los granadinos a su paso por el río.

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