La tercera ola del coronavirus da un pequeño paso hacia atrás en cada parte, aunque hoy mismo la cifra de fallecidos se eleva a siete personas que han perdido la vida por la Covid-19. Pero el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, ha alertado esta mañana de que a finales de mes se puede producir un "repunte" de contagios en la región si la cepa británica de la covid-19 se convierte en la dominante, como podría ocurrir en las próximas semanas. Precisamente, el presidente andaluz ha alertado de que la cepa británica supone el "20 por ciento" de los casos detectados en Andalucía y "casi el 40 por ciento" en las provincias de Cádiz o Granada, por lo que su capacidad de "contagio máximo" se podría dar en las próximas semanas. Es decir, la cepa británica significa en Granada casi la mitad de los casos diagnosticados.

La cepa británica del coronavirus está presente en las aguas residuales de Granada. Y según un estudio, la primera prueba de su presencia se detectó en las aguas residuales el 17 de diciembre, dos semanas antes de que se confirmaran los dos primeros casos de la variante británica en la provincia. De esta manera, Granada fue la primera provincia española en la que se detectó esta nueva cepa, un mes antes de que el Gobierno tomara la decisión de suspender los vuelos con el Reino Unido.

Investigación pionera

Emasagra, la empresa pública de agua de Granada, es pionera a nivel nacional en el análisis de las aguas fecales para la detección del coronavirus desde el comienzo de la pandemia y manda regularmente las mediciones que realiza a diario a la Universidad de Granada, al Ayuntamiento y al hospital Clínico de San Cecilio para el análisis y seguimiento de la pandemia en Granada.

De hecho, las aguas residuales un indicador de la evolución del coronavirus y, en los picos de la pandemia, se refleja un crecimiento de la presencia del virus.

La Universidad de Granada, las empresas VitaNtech Biotechnologies y Gis4Tech, Hidralia (que posee el 49% de Emasagra) y la Diputación provincial han obtenido 590.000 euros de financiación gracias a la convocatoria de Proyectos de investigación sobre SARS-CoV-2 y la enfermedad Covid-19 puesta en marcha por la Junta durante en estado de alarma para desarrollar un proyecto para rastrear la presencia de coronavirus a nivel de barrios, calles o bloques de edificios mediante el análisis de las aguas residuales.

Además, la Junta  creó este verano tras la primera ola la Red Andaluza de Vigilancia de las Aguas Residuales como indicador de alerta temprana de la propagación de la pandemia. Y de este trabajo pionero desarrollado por Emasagra se consiguió detectar el virus en las aguas residuales antes incluso de que se diagnosticaran los primeros casos.

A mediados de diciembre de 2020 fue identificada una nueva cepa variante del SARS-CoV-2 en el Reino Unido, que según recientes informes tiene una mayor capacidad infectiva, aumentando entre un 40 y un 70% la transmisibilidad. Es por ello especialmente importante conocer su incidencia dentro de una población.

La red de laboratorios de SUEZ, pionera en determinación de SARS-CoV-2 en aguas residuales, junto con la Dirección de Operaciones del grupo, han desarrollado un método rápido (resultados en menos de 24h) mediante PCR para la determinación de dicha variante en las aguas residuales. Esto, unido a las redes de control epidemiológico ya existentes, lo convierte en una herramienta eficaz para controlar la evolución de la pandemia.

En este contexto, LABAQUA, integrante de la red de laboratorios de SUEZ, ha colaborado con la Empresa Municipal de Abastecimiento y Saneamiento de Granada (EMASAGRA) y el Hospital Universitario Clínico San Cecilio de Granada en el estudio de la presencia de esta nueva cepa en las aguas residuales.