Elecciones en la UGR 2019

Cinco cosas que no sabías de las elecciones al Rectorado

  • Los comicios electorales en la Universidad son un proceso complejo con singularidades que merece la pena ser destacadas

Estudiantes en una mesa electoral.

Estudiantes en una mesa electoral. / Carlos Gil

La celebración de las elecciones a rectora en la Universidad de Granada (UGR) han supuesto un mero trámite para la actual responsable de la institución, Pilar Aranda, única candidata. Sin embargo, las elecciones debían celebrarse, a pesar de la evidencia de que únicamente Aranda podría resultan vencedora. ¿Por qué? Aquí van algunas claves para entender el proceso.

¿Por qué se hacen elecciones si sólo hay una candidata?

La Universidad de Granada es una institución pública. Gestiona cada año un presupuesto de unos 400 millones al año, fundamentalmente aportados por la Junta, y cuenta con una comunidad universitaria compuesta por unas 60.000 personas entre docentes, personal de administración y servicios y alumnado. Su reglamento –evidentemente aprobado por sus órganos de gobierno antes del proceso– especifica que deben realizarse elecciones cada cuatro años. Que se presente un único candidato o que lo hagan, por ejemplo, cinco no depende de la normativa. Ni, por supuesto, de quien ostente el cargo de rector en ese momento. De hecho, la convocatoria se aprueba junto a un calendario en el que se especifica el plazo para presentar las candidaturas. No se pueden desconvocar por el hecho de que no haya rivales. Tampoco hay un mínimo de votos para legitimar el resultado. Con un único voto es suficiente para elegir rector.

¿Cuánto ha costado la campaña?

Cualquier candidato que se presente al cargo tiene una dotación presupuestaria de 6.000 euros. En el caso de las últimas elecciones, la candidata ha dispuesto de un presupuesto de 13.455 euros: los 6.000 asignados por la Universidad y el resto aportaciones particulares, lo que se conoce como crowfunding. En total, recaudó hasta el pasado 5 de mayo 7.455 euros. De esos algo más de 13.000 euros de presupuesto para la campaña, se indica en la web de Pilar Aranda los gastos ascienden a los 8.862,73 Desde el equipo de la rectora se indica que lo que no se haya gastado durante la campaña se reintegrará a la Universidad.

¿Una persona, un voto?

Una de las singularidades de las elecciones a rectora es el hecho de que el voto es ponderado. Así, los 2.541 docentes en plantilla de la UGR (los permanentes) tienen un peso porcentual en la elección del 57%. Los estudiantes –50.574 personas, un número que multiplica por 20 el de profesores que pueden votar– suman un 25% en la elección. Votaron 6.700 electores, hubo 6.138 válidos –los nulos no computan– y Aranda sumó 4.659 votos a favor –lo que supone un apoyo del 69,5%– mientras que el resto votó en blanco. Sin embargo, el hecho de que no todos los votos valgan igual propicia que el respaldo obtenido por la rectora sea mayor que ese 69%. El porcentaje de voto en blanco de los docentes permanentes fue del 14% –participaron siete de cada diez electores– mientras que entre los estudiantes este porcentaje subió al 26%.

¿Ha habido mucha abstención?

Durante la campaña la rectora reconoció que el hecho de ser la única candidata podía suponer una menor movilización. Además, el estudiantado suele implicarse poco en este tipo de procesos.De ahí que pese a que haya más de 57.000 electores apenas se hayan contabilizado 6.700 votos. Esto supone un porcentaje de participación del 11%. ¿Mucho o poco? Entre los estudiantes el porcentaje de votantes fue de apenas un 6%. Sin embargo, entre el profesorado doctor con vinculación permanente el porcentaje de participación fue del 64,87% y entre el personal de administración y servicios, del 61,66%. En los comicios de mayo de 2011 en los que concurrió en solitario el anterior rector, Francisco González Lodeiro, la participación, sobre un total de 68.838 electores, fue de 5.217, con un índice de participación total de 7,58%. En los comicios de 2015, en los que Aranda compitió con Indalecio Sánchez Montesinos por el Rectorado, la participación fue del 26,69%, con un total de 16.135 votos

¿Se pudo votar más de una vez?

Sí. Se dio la posibilidad de votar de forma anticipada a través de una aplicación cuantas veces quisiera el elector. El último voto emitido ha sido el considerado.Además, quien hubiera votado de forma anticipada también podía hacerlo de forma presencial, siento éste el válido. Desde el equipo de gobierno se explica que se conservó el anonimato gracias al encriptado del voto. “Es como un sobre en el que sólo aparece el nombre del elector, pero no se sabe el contenido”. Esta posibilidad obligó a un doble proceso durante el recuento. Había que ‘purgar’ del mismo los votos electrónicos de los electores que finalemente decidieron participar presencialmente.

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