Se trata de una de las obras más curiosas y ambiciosas y, a la vez, menos valoradas del Metro de Granada: la cubierta vegetal de las cocheras y talleres. Un gran pabellón que tapará la playa de vías que almacena los trenes del metropolitano, que 'duermen' en su mayoría a la intemperie desde hace algo menos de una década, cuando las primeras unidades llegaron a la ciudad. Las actuaciones se iniciaron en marzo de este año y a punto de cumplirse nueve meses de las obras, estas entran en la fase final con la colocación del primer tapete vegetal sobre el nuevo techado.

De esta forma se inicia la cuenta atrás para la finalización de las obras, que tienen un periodo de ejecución de doce meses, por lo que para marzo deben estar completadas. La colocación de la parte vegetal es visible sobre todo desde la autovía de Circunvalación GR-30. Desde ella se observan cómo los trabajadores encargados de la obra ya han colocado un primer sector, el más próximo al edificio de oficinas de administración del Metro, de tepes de césped para que enraice y posteriormente colocar las especies vegetales autóctonas que completen la obra. De esta manera se ayudará a reducir la huella de carbono de la infraestructura, ya que la cubierta vegetal ejercerá como sumidero natural de dióxido de carbono, un pequeño alivio para el aire del Cinturón metropolitano, uno de los que más polución sufre de toda España.

En el resto de la instalación, ya prácticamente se ha terminado de colocar toda la estructura de la cubierta. Hay hasta tres grúas de grandes dimensiones colocando los paneles de sujeción, toda vez que el esqueleto de la estructura que soportará el techo ya está levantado en prácticamente su totalidad.

Cuando esté acabada la obra, en principio para la primavera, la época de floración y mayor crecimiento vegetal, la cubierta de las cocheras del Metro quedará integrada en el paisaje urbano de la capital y de Maracena, ya que quedará rasante a la autovía GR-30, y aportará un paisaje verde a una zona históricamente industrial. Muy al estilo del boceto de sobre la integración del ferrocarril en la capital, sobre todo en lo que se vislumbra con la estación de Andaluces.

La estructura cubre el recinto de 9.000 metros cuadrados de los talleres y cocheras, con capacidad para las cuatro líneas en activo de la playa de vías y la flota completa de 23 trenes, cifra que incluye la futura ampliación prevista de ocho vehículos más, actualmente en fase de fabricación por parte de la compañía CAF en su factoría de Zaragoza. Se ha previsto una superficie suficiente, horizontal y vertical, que asegura que la zona disponga del resguardo necesario para los convoyes ante las inclemencias del tiempo.

El proyecto de construcción ha prestado especial atención a la naturaleza formal y el aspecto de la superficie superior de la cubierta, en la que se ha ubicado una explotación fotovoltaica o espacio destinado a la implementación de una infraestructura de captación solar, y se ha diseñado una superficie ajardinada utilizando plantas autóctonas de bajo mantenimiento, que formalizan una solución acorde con el paisaje del entorno.

Esta cubierta verde, informó en su día la Consejería de Fomento, responde a criterios de sostenibilidad, ya que la instalación de placas fotovoltaicas reducirá el consumo energético del edificio donde se ubican las oficinas, los talleres y el puesto de control central del Metro de Granada; y la extensa zona de plantaciones contribuye también con la lucha por el clima y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera.