El arrojo indiscriminado de colillas a la vía pública puede ser historia. Porque el Ayuntamiento pondrá medios para que aquel cigarrito que el peatón lanza a la acera antes de cruzar un paso de cebra, o el que el fumador tira bruscamente junto a la parada cuando llega el autobús (basta encenderlo para que esto ocurra), acabe en el lugar oportuno. El invento es la papelera-cenicero, un sistema estratégico homologado por los técnicos de Inagra, que varios ayuntamientos del país ya han instalado en sus ciudades.

Ahora le toca el turno a Granada, donde las colillas suponen el 25 por ciento de los residuos que Inagra, la empresa concesionaria del servicio de limpieza en la capital, recoge diariamente. Con el afán de que este alto porcentaje disminuya en breve, el área de Mantenimiento del Ayuntamiento ha comprado 400 papeleras-cenicero que serán instaladas en las zonas de espera de los pasos de peatones y en las marquesinas de las paradas de autobús urbano.

El sistema es bien sencillo: el cenicero metálico va unido a la papelera a través de un brazo. Basta aflojar un tornillo para que las colillas caigan a la papelera sin tener que cambiar los ceniceros. Una tarea que acometerán los trabajadores de Inagra. Los ceniceros disponen también de un pequeño orifico para la evacuación de agua en caso de lluvia.

Durante la colocación de la primera papelera-cenicero en Puerta Real, que tuvo lugar en la mañana de ayer, el concejal de Mantenimiento, Vicente Aguilera, explicó que "una primera partida de 65 papeleras se colocarán a lo largo de este mes de julio". El resto se irán instalando de forma progresiva y, además, en el marco del Plan Integral de Limpieza, las 6.580 papeleras que ya existen en la ciudad "se adaptarán a este nuevo sistema" de forma paulatina.

Según precisó Aguilera, el objetivo es que en septiembre estén colocadas las 400 unidades, en cuya adquisición su administración ha invertido alrededor de 37.000 euros. El edil se refirió al interés del Consistorio por mantener vivo el lema 'Granada limpia, luce más', tras haber recibido el premio Escoba de Plata por ciudad limpia.