Granada

Un equipo de 20 especialistas forma a 178 niños con deficiencia visual

  • Materiales y estrategias educativas se adaptan a las necesidades de los alumnos

Las aulas granadinas de la capital y la provincia acogen a 178 alumnos que tienen alguna deficiencia visual. Ya tengan un grado menor o con una ceguera total, todos se encuentran atendidos por un equipo de veinte especialistas que adaptan las clases y los materiales a la discapacidad de los menores.

La Delegación de Educación tiene programas específicos para los niños ciegos desde 1987. Programas y estrategias que comparten con la Organización Nacional de Ciegos (ONCE), que también aporta profesionales en el equipo de trabajo y los materiales necesarios para que fijen sus conocimientos. Desde la delegación se explica que el trabajo que se hace con los menores requiere de un seguimiento constante. Parte de unos programas y unas pruebas específicas relacionadas con el ajuste de su discapacidad. La evaluación que se realiza tiene carácter interdisciplinar. "Por eso no es casualidad que en el equipo de profesionales existan profesores, psicólogos, técnicos de rehabilitación, tiflotécnicos, trabajadores sociales, especialistas en integración social y animadores", explican desde Educación.

Juntos y con la colaboración de los padres se diseñan los programas de estudios. Para ellos se elabora libros de textos (tipos de letras mayores o se les proporcionan unos aparatos con lentes de aumento), además de entregarles material susceptible de ser percibido a través del texto gracias a la tiflotecnología, una tecnología específica de acceso a la información y comunicación aplicada al Braille.

Aunque la integración educativa se pretende que sea plena en estos niños su limitación visual hace que se establezcan una serie de objetivos básicos. Entre ellos que los niños obtengan unas competencias mínimas para la iniciación de la lecto-escritura Braille mediante la adquisición de requisitos mínimos tendentes a lograr la maduración del menor en el adiestramiento táctil o el seguimiento de líneas. Igualmente se fomenta que los alumnos participen en programas de aprendizaje del sistema de lecto-escritura braille y signografías específicas para alumnos, familias y profesores.

Los profesionales advierten que la evolución que los niños tengan en el centro tiene que ser paralela a una evolución social, que los capacite para tomar decisiones y desarrollarse en cuestiones cotidianas. "Que ellos, como sus familias conozcan sus limitaciones y sus soluciones son la clave para el progreso de estos niños", explican.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios