Granada es el punto negro del coronavirus de toda España y regresa, con diferencias, a la fase 0 de la desescalada. Esto a nivel normativo, porque epidemiológicamente la provincia está en una desenfrenada escalada de contagios. De hecho, Granada entró con retraso en la fase 1 y 2 de la desescalada, junto a Málaga, por registrar peores datos que el resto de provincias, lo que llevó a sonoras críticas al Gobierno.Echando la mirada hacia atrás, el pasado 4 de mayo, con Granada estrenando la fase 0 de la nueva normalidad, la provincia sólo registró entonces 15 nuevos casos de coronavirus. Ayer fueron 1.164, la diferencia entre un virus en retroceso y una pandemia que avanza de nuevo a un ritmo nunca visto antes.

Por entonces, cuando los granadinos volvían a salir a la calle como un explorador, Granada ya acumulaba 2.766 casos confirmados de Covid-19. De entonces a ahora, el número de nuevos casos positivos es estremecedor y según el parte de ayer son 33.323 desde el comienzo de la pandemia. Más de 30.000 nuevos contagios desde mayo.

En cuanto a los fallecidos, el 4 de mayo había 254 fallecimientos, mientras que en el parte de ayer la cifra ascendía a 556. Es decir, en este espacio de tiempo se han producido 312 muertes más, lo que viene a refrendar la crudeza que está teniendo la segunda ola.  En cuanto al número de hospitalizados había 125 en total y 28 en la UCI, por los 785 ingresados y 114 en la unidad de críticos del parte de ayer.

Nueva normalidad

El primer día de la nueva normalidad en Granada después de 98 jornadas de estado de alarma fue el 21 de junio y se registraron 8 casos positivos de coronavirus. Ayer fueron de nuevo más de 1.000. Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, apareció exultante para decir que España había vencido al virus y se dio el pistoletazo de salida a la campaña turística de verano, restringida en esta ocasión a los visitantes nacionales.

Un respiro para los empresarios al borde de la ruina, cierta normalidad en las playas, algunas de las cuales tuvieron que ser desalojadas por la afluencia de bañistas, y chiringuitos con un buen ritmo de ventas. El puente del Pilar, con el lunes festivo del 12 de octubre, fue el punto de inflexión en Granada tras el que los casos de coronavirus se comenzaron a confirmar en forma de aluvión.

El análisis más exacto de los datos que la Junta publica con muchos días de retraso, sobre las fechas de diagnóstico, confirma que fue a partir del martes 13 de octubre cuando el Covid experimentó esa progresión geométrica que ha llevado a esta provincia a cifras de vértigo y a la alerta máxima.

Después se comenzaron a tomar dedicadas como el cierre de la UGR, el confinamiento perimetral de Granada y una treintena de municipios del Área Metropolitana que luego se extendió a toda la provincia y el toque de queda entre las 23.00 y las 6:00 de la mañana. Pero las medidas no han servido para contener el coronavirus y Granada regresa , con comillas, a la fase 0. En todo caso Granada tiene ahora medidas más duras que en la fase 1, cuando se reabrieron las terrazas de los bares al 50% de su capacidad.

En este escenario, y si no mejoran los datos, el siguiente paso inevitable sería el confinamiento total.