Juana Rivas se enfrenta a un doble frente judicial en España y en Italia. En Cerdeña está pendiente de que el tribunal decida sobre la custodia de los menores y está previsto que el día 13 se celebre una vista para escuchar al mayor. Y en Granada, la defensa de su expareja, Francesco Arcuri ha impugnado el recurso de apelación presentado por Juana Rivas, contra la sentencia que la ha condenado a 5 años de prisión por la presunta sustracción de sus dos hijos menores.

Con este paso, Arcuri ha solicitado a la Audiencia que confirme la pena a la madre de Maracena,ya que ha considerado la sentencia "suficientemente motivada como para ser confirmada en la segunda instancia" a tenor de "las contundentes e incontestables pruebas de este procedimiento" y que, según la defensa de Arcuri, “no existe” ninguna resolución que ampare que Juana Rivas fue víctima de violencia de género, aduciendo que la defensa de Juana Rivas "solo se ampara en la famosa sentencia de 2009" dictada en conformidad" de Arcuri para "justificar sus ilícitas acciones".

El torbellino mediático del último mes comenzó a mediados de octubre con el viaje de Rivas a Italia para reunirse con sus hijos y analizar su causa. Ya en Cerdeña, Juana Erivas denunció que había detectado un moratón en su hijo, por lo que emprendió una segunda huida no devolviéndolos en el plazo estipulado, aunque finalmente se retractó tras un encuentro con el cónsul español. Este episodio provocó un distanciamiento con su abogado, José Estanislao López, que anunció que dejaría el caso si continuaban las injerencia del Centro de la Mujer de Maracena. Aldía siguiente el abogadofue despedido.