La propuesta de explotación del Metro de Granada para cuando esté ampliado con tres líneas implicará también un aumento de la flota de trenes, que debería pasar de los 15 actuales a una de entre 30 y 33 para empezar a funcionar en 2030, es decir, prácticamente doblarse en los 30 años posteriores para el horizonte de explotación final previsto en el estudio informativo de ampliación del servicio tranviario.

Según el cálculo realizado en el estudio, la flota operativa, es decir, el número de tranvías en circulación necesarios para proporcionar el servicio previsto en hora punta para la Línea 1 sería de 14 en el año 2030, para ampliarse a 18 en 2060; mientras que para la Línea 2 Atarfe-Las Gabias los requerimientos serían de 11 a 12 trenes en este mismo periodo. La L3 central necesitaría de 5 trenes. De esta forma, en total, el Metro de Granada necesitaría tener funcionando a la vez de 30 a 35 durante este periodo de tiempo, que en términos de flota al completo (teniendo en cuenta las reservas y los vehículos que no estén operativos al estar en talleres) de 33 a 40 también en ese mismo plazo.

Bien es cierto que la Junta de Andalucía ya ha licitado el contrato de compra para 8 nuevos trenes para el Metro de Granada que avanzarán mucho trabajo para las futura ampliaciones. Aun así, de cara a comenzar los nuevos servicios una vez terminadas la extensiones previstas para el año 2030, la administración debería realizar un esfuerzo para tener disponibles 16 trenes más. Posteriormente solo haría falta comprar tres trenes más en treinta años.

Eso sí, esta es la cantidad óptima para la explotación del Metro. No se cuenta con la renovación del material móvil necesaria ya que cuando empiece a funcionar el Metro de Granada con todas sus extensiones, la flota actual ya tendrá 15 trenes con cerca de veinte años de antigüedad (los primeros se fabricaron entre 2012 y 2013) y llevarán a sus espaldas 12 y medio aproximadamente de servicio, que serán cerca de 50 cuando se alcance el horizonte final del año 2060. Una de las ventajas de este modelo de explotación en cuanto a flota es que, de extenderse la línea Sur hasta Alhendín no harían falta más trenes para mantener las frecuencias.