Los hosteleros de Granada han pedido esta mañana un reunión con el alcalde de Granada para abordar la festividad de las Cruces. En un mensaje a través de la cuenta oficial de la Federación Provincial de Empresas de Hostelería y Turismo han solicitado este encuentro para reformular la celebración del 3 de mayo y que se parezca algo más a lo que sucedía antes. Recuerdan que se trata de una "fiesta popular" y que "por 48 o 72 horas no se molesta tanto" a los vecinos de la ciudad. "Las cruces no pueden pasar de un extremo a otro como está sucediendo", dice también el mensaje.

La petición llega el día después de la festividad tradicional de la Cruz, que fue jornada laborable local entre otros factores. La celebración tuvo lugar, pues, a partir de la tarde aunque de forma oficial las Cruces se celebraron durante solo doce horas, de 10 de la mañana a diez de la noche. Además, se colocaron barras en lugares muy específicos de la ciudad, alejados del centro para evitar botellones.

Y es que desde hace ya tres lustros, nadie pone el cascabel al gato de recuperar las tradicionales barras en las Cruces del centro, que siempre han permitido a asociaciones, empresas y negocios de hostelería colocar su propia cruz y hacer negocio. Pero la celebración de macrobotellones en toda la ciudad y la acumulación de basuras llevaron al Ayuntamiento a cortar por lo sano y prohibir, de entrada, el consumo de alcohol en las calles, lo que impedía poner barras.

Además, la petición llega tras una celebración muy corta en la capital en contraste con los pueblos del resto de la provincia. En el Área Metropolitana municipios como Otura o Armilla realizaron su festividad durante todo el fin de semana, al igual que en Guadix y su comarca o en toda la Costa Tropical, sin que se produzcan problemas y explotando durante más tiempo la festividad. Incluso en la capital, las Cruces empezaron a vivirse, con carpa y barra incluidas, en las fiestas del Barrio de la Cruz.