Los médicos de familia abren la puerta a más jornadas de huelga
Sanidad
Los convocantes cifran en un 75% el seguimiento de los paros de hoy
mientras que el SAS lo sitúa en un 15%
La primera jornada de la huelga de los médicos de familia deja una panorámica en los Centros de Salud de la capital muy normalizada. Hoy las salas de espera tenían a las 10 de la mañana un flujo normal de pacientes, amén de los retrasos habituales y con la mayoría de consultas abiertas.
El Sindicato Médico, convocante a nivel andaluz y que cuenta con el apoyo del Colegio Médico, cifra pese a todo, el seguimiento de la huelga en un 75% en la capital y Área Metropolitano. Tras un primer día de paros y ante la falta de acuerdo con el SAS el sindicato plantea “nuevas movilizaciones los próximos días”.
El contraste humano que ayer podía verse en los Centros de Salud de la capital, se debe por una parte, y según apunta el sindicato, a “la imposición de unos mínimos abusivos, tanto por el número como por la obligación impuesta de atender sus consultas programadas, y en algunos casos las de los compañeros ausentes” que dejaba ayer “las consultas con más personal que ayer”; y por otro, a que “en bastantes centros de salud, los pacientes no han acudido a sus citas (que no han sido anuladas) en apoyo a los profesionales en huelga”.
Por su parte, desde Salud de la Junta de Andalucía dibujan un ‘pinchazo’ en esta huelga ya que el dato de seguimiento que ofrece es del 15% en Granada y aseguran que no se ha producido ningún incidente en los Centros de Salud andaluces, la mayoría de ellos llamados a huelga.
Carmen Serrano, vicepresidenta del Sindicato Médico Andaluz, acusa al SAS de elaborar un “boicot total” en un intento de “demostrar que los médicos no están concienciados” con las peticiones que ayer al mediodía reclamaron profesionales de toda Andalucía en Sevilla frente a los servicios centrales del SAS, en una jornada de huelga que aglutina a médicos de varias provincias.
Por otro lado acusa a Salud de ‘trampear’ los números ya que “los que pretendían ir a la huelga han sido sistemáticamente nombrados como servicios mínimos”.
Francisco Cantalejo, presidente en Granada del sindicato, cuenta que en el Centro de Salud de Gran Capitán, 10 de los 14 médicos querían hacer huelga y 6 de ellos han sido nombrados para hacer los servicios mínimos.
Por otro lado, Serrano asegura que también se han “abierto las agendas por lo que los profesionales que hoy han trabajado están que trinan” porque tienen que atender a sus pacientes y a los de sus compañeros que hacen huelga.
En este sentido, una doctora del Centro de Salud del Zaidín, uno de los más grandes de la capital, atestiguaba que estando de servicios mínimos ha estado “hasta arriba” durante toda la jornada.
Quizás la principal reivindicación de los médicos de Andalucía, disponer de tiempo –que se traduce en más personal– para poder atender a los pacientes hasta lograr los 10 minutos por persona, la atajaba ayer la Junta en su comunicado asegurando que “está trabajando por colocar a este nivel asistencial en una situación de liderazgo, con un número muy importante de contrataciones que pretende disminuir la ratio de pacientes por profesional”.
En cuanto al desarrollo de la huelga en la provincia, la fotos de apoyo a la huelga en la mayoría de casos han tenido que ser selfies o se ha tenido que pedir a algún vecino que apretara el disparador porque en los Centros de Salud de los núcleos de población más aislados solamente trabajan uno o dos médicos.
En estos casos, apunta el Sindicato Médico que los profesionales no pudieron secundar la huelga ya que ellos mismos tuvieron que cubrir los servicios mínimos.
Hasta esta redacción llegaron esas fotografías que trazan un mapa de todas las latitudes de la provincia y el ente sindical los acompaña de las cifras de servicios mínimos impuestos que tildan de “abusivos” ya que tanto en el Área de Gestión Sanitaria Nordeste como en la Sur estos fueron de un 80%.
Pese a esto, médicos de toda la provincia salieron ayer por la mañana a las puertas de sus centros de trabajo para dejar constancia con fotografías en las que posan con carteles que rezan “yo apoyo la huelga” o “primero primaria”, de la solidaridad con sus compañeros.
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