Conseguir dar el gran paso para robustecer la candidatura de Granada para albergar el acelerador de partículas se retrasará hasta el mes de septiembre. Esto vendrá con la constitución de un Consorcio y una oficina técnica que comience a crear un proyecto sólido de construcción del IFMIF-Dones. La primera gran noticia llegó hace unas semanas con el impulso europeo dado al proyecto del acelerador de partículas con la declaración del mismo por parte del Foro Estratégico Europeo de Infraestructuras (ESFRI) como proyecto estratégico con posibilidad de optar a fondos europeos.

La reunión en la que se iban a abordar estos aspectos estaba prevista para hoy lunes en Madrid, aunque según el director técnico de la candidatura española, Carlos Alejaldre, se ha tenido que posponer hasta dicho mes, y sin día concreto, ya que "acaba de aterrizar un nuevo equipo y ha sido un retraso lógico". Se refiere al único cambio en esta travesía, la directiva socialista en el Gobierno de España.

El proyecto tiene un presupuesto de obras de entre 400 y 600 millones de euros

Precisamente, la llegada del nuevo equipo al Ministerio de Ciencia, con el ministro Pedro Duque a la cabeza, podría ser el factor determinante para la creación del Consorcio que relance la candidatura, ya que como el astronauta afirmó nada más llegar al cargo, eliminaría las trabas burocráticas para impulsar la ciencia. "Entendemos que por parte del Ministerio hay una voluntad de desatascar esos procesos burocráticos", añade Alejaldre.

Precisamente la creación del Consorcio ya se planteó en la última reunión y no llegó a materializarse por los "problemas administrativos" que plantea. Cuando esas trabas desaparezcan, explica, "la generación de un Consorcio entre el Ministerio y los socios que estén dispuestos a aportar medios a ese organismo" podrá ser un hecho.

Alejaldre recuerda otros ejemplos que ha habido en el pasado con grandes infraestructuras nacionales, en este caso, los socios serán la Junta de Andalucía y el Ministerio de Ciencia aunque no se descarta la inclusión "de otras instituciones" en la sociedad.

La repercusión directa que trae consigo un consorcio es la de consolidar y poder formar una estructura de proyecto ya que hasta ahora el impulso que se le estaba dando a la candidatura era "dispersa" al no existir un proyecto de construcción afianzado. "Digamos que hasta la fecha todas las instituciones luchaban y presionaban por la candidatura de una manera voluntariosa, ahora toca generar un proyecto", explica Alejaldre.

Para que cristalice, hace falta además crear la oficina técnica junto a un equipo y un presupuesto concreto. Después de que ESFRI catalogara la candidatura como estratégica, "es el momento" de empezar a trabajar con lo demás. Hasta el momento, la mayor parte del trabajo técnico del proyecto se desarrolla de el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat), que lidera la iniciativa.

La inclusión del proyecto del acelerador de partículas de Escúzar en el ESFRI permitirá a la candidatura poder solicitar y recibir fondos procedentes de la Unión Europea que permitan afianzar la tentativa ante los organismos internacionales. Con un presupuesto de construcción de entre 400 y 600 millones de euros, esta instalación pretende ser una planta de producción eléctrica de fusión, dentro del proyecto del Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER) que se está construyendo en el sur de Francia. La participación española en el proyecto está liderada por el Ciemat, con la colaboración del Ministerio de Ciencia, la Junta de Andalucía, la Diputación y el Ayuntamiento de Granada, entre otros.

Tras este impulso y respaldo a la candidatura dada desde Europa -en el que también se incluyeron a otros seis proyectos científicos de diferentes campos dentro del marco continental- la Confederación de Empresarios de Granada y el cluster tecnológico OnGranada Tech City decidieron solicitar la pasada semana la puesta en marcha "de forma urgente" de una oficina técnica del proyecto.