Fase 2 de la desescalada

Las terrazas le ganan la partida a las mesas del interior en los bares de Granada

  • Los locales del Centro notan la bajada de público por el teletrabajo y por la caída del turismo

Las terrazas le ganan la partida a las mesas del interior en los bares de Granada

Las terrazas le ganan la partida a las mesas del interior en los bares de Granada / Photographerssports

Granada ha dado la bienvenida esta semana a la fase dos de la desescalada y el sector hostelero se adapta por partes a esta nueva situación. Tal y como informan desde el Gobierno, todos los bares y restaurantes tienen permitido abrir sus terrazas y en el interior  podrán contar con un 40% del aforo, teniendo en cuenta siempre la distancia de seguridad entre mesas, que es de dos metros.

Esta primera jornada de lunes de desescalada se ha desarrollado con tranquilidad. En Pedro Antonio de Alarcón, muchos encargados de locales que hasta ahora habían permanecido cerrados, limpiaban y preparaban todo de cara a la tarde. Otros sin embargo, han decidido abrir desde este mediodía. Sin duda, esta área ,que es la preferida para los estudiantes, lleva recibiendo público desde que comenzó la fase 1 y ahora la lista ha aumentado. Entre ellos están  El Meneillo o Ichiban, que  tan solo ofrecía comida para llevar hasta ahora.

Caminando hacia el centro, las grandes colas que registraba la famosa heladería Los Italianos en épocas anteriores ahora no son tales. No obstante, no dejan de recibir clientes, aunque hayan experimentado una caída. En esta zona, algunos de los restaurantes más famosos de la ciudad, como es el caso de Los Manueles, sigue sin abrir sus puertas. Otros como Bodegas La Mancha, han decidido mantenerse ofreciendo tan solo comida a domicilio. Afirma uno de sus empleados que el principal motivo de esta decisión es la falta de espacio del local y ansían pasar a la siguiente fase para ya poder abrir con regularidad.

Otra de las bodegas más transitadas era Bodegas Castañeda, que ahora solo atiende para comidas y cenas, habiendo habilitado tan solo una parte de los salones y terrazas. Este mediodía se ocupaban tres mesas en terraza y el ambiente parecía calmado. Y en una pequeña bodeguita contigua a Castañeda  el encargado se abre a contar que llevan tan solo unos meses abiertos y que, de repente, les pilló toda esta situación de la pandemia. Hablamos de Bodegas Granada y hoy es el primer día que abren tras el cierre total por la declaración del estado de alarma, ya que tan solo cuentan con algunas mesas en el interior.

Los hosteleros esperan el fin del estado de alarma. Los hosteleros esperan el fin del estado de alarma.

Los hosteleros esperan el fin del estado de alarma. / Photographerssports

Admiten que al mediodía han perdido mucha afluencia de público porque sus principales clientes eran turistas y trabajadores, que ahora con el teletrabajo no necesitan comer allí. Por este motivo, se han visto obligados a bajar los precios y “adaptarlos al público granadino”.

En esta misma línea se encuentra el Restaurante Seis Peniques, entrando hacia la zona del Realejo. Éstos han decidido mantener sus precios porque aseguran “no poder bajar más”. “Un lunes por estas fechas, mi bar estaría lleno”, señala el dueño que no pierde la esperanza de que, de cara a la noche, al menos pueda completar el aforo en terraza. En general, los hosteleros de la zona centro comparan su situación con la de otras zonas de Granada como pueden ser La Chana o Pedro Antonio de Alarcón que “tienen más vida” y lamentan esa falta de turismo que les daba de comer, principalmente.

Quejas del sector

En el Mercado de San Agustín,  junto a la Catedral, encontramos dos amplias terrazas que comparten terreno a las afueras del Mercado. Éstas pertenecen a La Cocina de San Agustín y La Picatería.

En el primero, su dueño dice haber observado una caída de clientes en referencia al lunes anterior. Para ellos “haber entrado en fase dos ha sido peor”, aunque razona que podía deberse a que la oferta ha aumentado y que el público se está repartiendo más.

Ellos abrieron en fase 1, y confiesan que la gran terraza les hace el apaño porque dentro han tenido que cambiar las mesas bajas por las altas, para ganar espacio y aun así no pueden atender a mucha gente. De todas formas, concluye diciendo que no han comenzado esta nueva fase con buen pie y de nuevo, apuntan la vista hacia la tardenoche.

Una vez dentro del Mercado, al fondo a mano derecha, está el puesto y restaurante La Picatería, cuyo dueño se dirige  en forma de protesta ante las medidas tomadas por el Ayuntamiento y sobre todo, por su forma de proceder.  Ha perdido 16 mesas y calcula una caída de aforo interno de 64 personas aproximadamente. El cambio de fase tan solo le trae pérdidas, prosigue.

Junto a su puesto, dispone de un gran pasillo en el cual solía montar algunas mesas. Entre tanto, según cuenta, un encargado del Ayuntamiento pasó por allí el pasado viernes para notificarles que no podrían colocar esas mesas de los pasillos, por lo que solo dispone de cuatro espacios en su interior. La principal queja que mantiene el hostelero es, por un lado, el poco margen de tiempo de adaptación que han tenido y por otra parte, que no ha sido por escrito. Por lo tanto, están a la espera de que su abogado arregle el asunto ya que, según afirma el dueño, se puede reclamar esa falta de documentación.

No les sale rentable mantenerse abiertos de esta forma. Están en pérdidas y solo han atendido a algunos vecinos y conocidos de la zona. Y transmite su ansia por entrar en fase cuatro y que “les devuelvan la normalidad”, aunque su postura no deja de ser positiva porque “es lo que hay y al menos, tenemos la terraza de fuera que cuando cae el sol y hace fresco, suele llenarse. 

A pesar de que los locales puedan abrir por dentro, los consumidores manifiestan su preferencia a sentarse en las terrazas. El principal motivo es climático, ha llegado el buen tiempo a esta región de Andalucía y todo el que pasa por aquí, prefiere disfrutar de los espacios abiertos.

De todas formas, agradecen la apertura de salones porque “amplía el aforo y así habrá que esperar menos para poder sentarnos”, afirma una chica en Plaza Trinidad. No es de su agrado el sistema de reservas, porque limita la libertad de movimiento, "pero es algo a lo que hemos tenido que habituarnos ante la falta de oferta". Por este motivo, la ampliación de aforo es bienvenida. Por parte del sector hostelero han observado que a pesar del calor, el cliente sigue prefiriendo la terraza a la sombra conforme a sentarse en el interior, pero que sin duda es la tarde el momento más transitado.

Sin duda hay tener paciencia y esperar para poder comprobar cómo se van desarrollando los acontecimientos. Se mantienen ilusionados los pequeños empresarios y sus empleados de cara al mes de agosto, que esperan sea prometedor y recuperador.

 

 

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