Una investigación granadina desvela la identidad de dos figuras anónimas junto a Lorca en Nueva York en 1929
Unas fotografías muestran a Lorca junto a dos personajes que describe como "un pianista de jazz de Hawaii, y su acompañante una bailarina hindú"
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Alrededor de este eterno granadino existen mil y una incógnitas tales que podría dar la impresión que su vida fue casi tan dilatada en el tiempo como la del mismísimo Matusalén, pero a pesar de haber sido efímera, supo marcar la historia con su vida, poemas, relaciones, etc….
Una de estas incógnitas que acompaña la vida de Federico García Lorca se esconde tras varias fotografías realizadas por Emilio Luis Amero y Mimiaga el 23 de octubre de 1929 en la Universidad de Columbia, Nueva York, en las que Federico aparece junto a la mecenas mexicana Antonieta Rivas Mercado, y dos personajes que García Lorca (en una carta enviada a sus padres, junto a las fotografías), indicaba que el caballero era un pianista de jazz de Hawaii, y su acompañante una bailarina hindú.
Han pasado casi 97 años y hasta el momento no se ha determinado la identidad del pianista ni de la bailarina. Se han lanzado numerosas hipótesis como que la indicada “bailarina” fuese “La Argentinita” o Nella Larsen, aunque estas hipótesis, por el prestigio que ambas tenían, hubiesen sido corroboradas, hecho este que no sucedió.
Gabriel Medina Vílchez, divulgador histórico de Granada, lleva varios años investigando la “vida y obra” de decenas de personajes, productos y servicios vinculados directamente con Granada, y entre ellos no podía faltar Federico García Lorca.
"Recuerdo que mi amigo Manuel M. Mateo, que es un músico y contador de historias como los de antaño, me descubrió su concierto 'La maleta de Federico' con el que va difundiendo los viajes y la música tradicional que a nuestro granadino universal le gustaba cantar, y me habló de su etapa en Nueva York y he de reconocer que eso me motivó a investigar a García Lorca y su estancia en aquel nuevo mundo que se abrió a nuestro ilustre poeta", indica Medina Vílchez.
Gabriel comprobó que había unas fotografías tomadas en la Universidad de Columbia, junto a una gigantesca bola de piedra, y en la que ninguna publicación, biógrafo ni nadie había puesto nombre y apellidos a los dos personajes que aparecían junto a él y a Antonieta Rivas.
Medina investigó todo el abanico de personas que rodeaban a García Lorca en aquel momento y no aparecía ningún pianista de jazz de Hawaii y mucho menos una bailarina hindú, pero al final pudo comprobar que estas descripciones que Federico hacía a sus padres eran simple y meramente adaptaciones idílicas para mostrar la fascinación que nuestro ilustre granadino tenía de su estancia en Nueva York.
El divulgador histórico motrileño afirma, al menos así son sus conclusiones, que la pareja que aparece junto a García Lorca y Antonieta Rivas son dos amigos comunes de Antonieta y Emilio, el que realizó las fotografías.
“Parece complicado que Federico, que no sabía inglés, estuviese paseando con una pareja ajena al círculo de Antonieta y Emilio, por lo que tras muchas búsquedas comprobé que Antonieta y Emilio eran amigos de un pianista, no de Hawaii, sino de México, como ellos. Este pianista era Francisco Agea (Francisco de Paula Agea Hermosa) que por aquél tiempo estaba realizando una ruta por Nueva York.
El investigador asegura que "lo que me dejaba desconcertado era la bailarina hindú que en un principio acepté como concepto cierto, pero el punto de inflexión lo encontré en una publicación inédita de una carta enviada por Campbell Hackforth-Jones a Federico García Lorca en la que indica, en relación a la fotografía: Anoche buscando tus señas hallé un photo de Maria Antonieta (RIP) contigo y una mejicanita y el pianista, enviado por Laery”.
La compañera de actuaciones de Agea al piano era la soprano Guadalupe Medina, de Ortega (Guadalupe de los Angeles Medina Peralta), también de México y, además, amiga de Antonieta y Emilio”, explica Medina Vílchez.
Medina tiene claro que los acompañantes de Federico García Lorca y Antonieta Rivas en la visita a la Universidad de Columbia fueron los mexicanos Francisco de Paula Agea Hermosa y la cantante Guadalupe de los Angeles Medina Peralta y ambos eran amigos tanto de Antonieta como de Emilio Amero.
“He analizado algunas fotografías de Agea y Medina y tienen bastante similitud, aunque al no ser de la misma época es complicado tener la certeza, pero a falta de otra investigación que modifique la mía, todo cuadra, incluso la reinterpretación de Federico sobre el pianista y la bailarina…” concluye el divulgador histórico.
Atendiendo a los resultados de esta investigación, tras cerca de 97 años de incógnita, podría modificarse algunos de los aspectos de la visita de García Lorca a Nueva York y, sobre todo, poner nombre y apellidos a dos personas que han pasado casi un siglo en las “penumbras” del anonimato.
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