"Los jueces no podemos recurrir a la huelga continuamente"
El aumento de funcionarios es prioritario para el sucesor de Antonio Moreno
El magistrado Francisco Sánchez Gálvez, que lleva las riendas del Juzgado de Primera Instancia 11 de la capital, fue elegido el pasado 29 de mayo nuevo decano de los jueces de Granada, sustituyendo en el cargo a Antonio Moreno. El primer problema que tendrá que solventar es la distancia que separa su despacho de juez civil, que está en Plaza Nueva, con el del decanato, que se halla en la Caleta. Él ya tiene una solución pensada y varias reivindicaciones en la recámara.
-¿Por qué se presentó a las elecciones de juez decano?
-Era delegado del decano en la jurisdicción Civil y he estado trabajando con Antonio Moreno todos estos años. Cuando él, por su situación familiar, decidió en un principio que no se iba a presentar, fue cuando empecé a concebir la idea de que podía hacerme cargo del decanato y me ilusioné con aquéllo. Finalmente, Antonio decidió presentarse de nuevo y hablamos los dos y yo decidí seguir con la candidatura. También hubo compañeros que me animaron y ése fue el motivo.
-¿Antonio Moreno y usted se han sentido rivales?
-Yo creo que hemos demostrado que no, porque lo hemos llevado con mucha discreción y todos los que están en los medios creo que se habrán dado cuenta. Hemos intentado hacerlo preservando la imagen cierta de lo que es la Junta de Jueces y el colectivo del que formamos parte. No somos un colectivo dividido en lo personal, independientemente de que en una elección haya que optar por uno o por otro. Lo primero que hicimos cuando terminó la elección fue abrazarnos.
-¿Cuántos jueces de los 48 órganos unipersonales de Granada le votaron?
-Obtuve 24 votos. Comparecimos 45 y hubo dos votos en blanco y faltaron tres. Antonio obtuvo 19 votos y me parece un resultado bonito para los dos. Si yo hubiera sacado 19 votos, me hubiera parecido un resultado muy digno para mí, igual que me lo parece para él.
-El decanato se encuentra físicamente en el edificio de los juzgados de La Caleta, mientras que el órgano que usted dirige se encuentra en Plaza Nueva. ¿Cómo lo va a hacer?
-Aquí (en Plaza Nueva) hay también dependencias del decanato, pero ciertamente el grueso de los servicios y de los juzgados está en La Caleta. Mi intención es proponerle a la Junta de Andalucía es que mi juzgado se traslade a la Caleta y, por tanto, estar cerca tanto de los servicios del decanato como de la mayoría de los jueces.
-¿Qué es lo primero que ha hecho como juez decano?
-Celebrar juicios (risas). Todavía, hay que decirlo, no soy oficialmente juez decano, soy juez decano electo. Pero ya he ido a La Caleta y lo primero que hice fue ir a ver al juez y a la secretaria de guardia. Fui a concienciarme de los problemas que hay y visité toda la sede. Eso es lo primero que he hecho. También visitar al presidente del Tribunal Superior de Justicia y a algunas otra autoridades. Me he entrevistado con la directora del Instituto de Medicina Legal, con el fiscal jefe, con el presidente de la Audiencia Provincial...
-Pues sí que ha tenido ya usted encuentros.
-Hombre (risas), los jueces estamos acostumbrados a intentar aprovechar el tiempo.
-Pues eso le iba a preguntar. Usted seguirá siendo, además de decano, juez de Primera Instancia 11. ¿De dónde va a sacar el tiempo?
-Pues eso me lo planteé yo antes de presentarme. Tengo que sacar tiempo, porque si no estaría fracasando.
-¿Usted secundó la huelga de jueces?
-No. Yo, personalmente, no hice huelga. Mi planteamiento entonces es el mismo que mantendría personalmente ahora y es el de que tiene que haber una unidad de actuación, que existía aunque se rompió. Pero he de reconocer que socialmente fue asumida la postura con naturalidad y que fue un éxito. Por lo tanto, a lo mejor me equivoqué.
-Ahora parece que se avecina otra. ¿Los magistrados de Granada se van a sumar a la protesta prevista para el 26 de junio?
-Vamos a ver. Se celebrará una nueva junta de jueces antes del día 26, con objeto de examinar la evolución de las circunstancias, fundamentalmente de las negociaciones con el Ministerio. Ahora mismo no hay una postura predeterminada por parte de la Junta y sería por mi parte aventurado e imprudente hacerlo. Para nosotros, es claro que la huelga tiene que ser una medida muy extrema. Los jueces no podemos estar recurriendo a la huelga continuamente, pero está ahí como una medida factible.
-¿Qué es lo primero que le va a pedir a la consejera de Justicia?
-(Rotundo) Que nos veamos mucho. Que establezca un sistema de comunicación inmediata con nosotros, de toma de datos directos con las sedes judiciales y que tengamos confianza. Y luego ya pedirle lo que necesitamos, que son juzgados, medios y que se tome conciencia de que los medios personales se encuentran en unas condiciones de carencia y que tienen que atenderse en la medida de lo posible con rapidez. Tenemos más demanda de servicios, ahora mismo estamos en una situación en la que, respecto de 2007, se puede hablar de un 70 o un 80% más de trabajo.
-¿Por la crisis?
-Exactamente. Pero es que además, en los juzgados de Instrucción se hacen reformas penales que implican más delitos y por lo tanto más dedicación. Todo eso son ocupaciones a las que tenemos que responder con el mismo personal. Nosotros comprendemos las limitaciones económicas que hay, pero hay que hacer el máximo esfuerzo y sacar el máximo rendimiento de lo que haya.
-¿Cuántos jueces harían falta más en Granada?
- La ratio europea, que es algo que nosotros estamos defendiendo, es de 30 jueces por cada cien mil habitantes.
-¿Un juez decano tiene que ser un poco político?
- Un juez decano no tiene que ser nada político. Sería una equivocación y un cinismo grande que un juez estuviese haciendo política dentro del decanato.
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