Los vericuetos de la justicia han complicado un tema que de por sí ya es complejo: la exhumación de Lorca, que sigue en el aire después de que en octubre se hablara de la misma como de algo inminente.

Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), el Decanato de los juzgados no ha recibido aún el expediente que el juez Baltasar Garzón iba a trasladarle en la causa que investiga las desapariciones durante el franquismo tras haberse inhibido el 18 de noviembre.

En un auto, con fecha de 26 de diciembre, que fue comunicado a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) de Granada -personada en la causa-, el magistrado de la Audiencia Nacional materializaba su inhibición en favor de los juzgados de Granada sin que a día de hoy, haya constancia alguna del expediente, lo que no deja de sorprender a la asociación granadina, que espera tener noticias cuanto antes y saber así si el Juzgado de Instrucción número 2 de la capital seguirá llevando a cabo el trabajo que ya se le encomendó en octubre.

Porque en aquel mes, el exhorto que emitió el Juzgado Central de Instrucción número 5 de Madrid, a cargo de Garzón, para autorizar los trabajos de exhumación de los restos mortales del maestro Dióscoro Galindo y el banderillero Francisco Galadí, fusilados y enterrados junto al poeta, sí llegaron a la sede del Decanato de Granada. El órgano granadino decidió entonces que se hiciera cargo del proceso el juzgado del que es titular María Ángeles Jiménez Muñoz.

Así, la juez iba a ser la encargada de supervisar y dirigir el levantamiento de los cadáveres, su identificación, así como la posterior inhumación y registro de las víctimas que se encuentran en las fosas comunes situadas en Alfacar, como sería el caso de García Lorca.

Pero un mes después, la Audiencia Nacional desautorizaba a Garzón para investigar los crímenes del franquismo y la tramitación de la exhumación del poeta de Fuente Vaqueros se paralizaba de forma irremediable. Hasta hoy.