Una de las sorpresas de la última campaña de trabajos arqueológicos en la villa romana de la calle Primavera fue descubrir que la zona, una vez abandonada, fue utilizada como lugar de enterramiento. En febrero de 2020 se dio a conocer el descubrimiento de cinco lápidas y bajo éstas, restos de otros tantos esqueletos. Fueron exhumados por estudiantes del Máster de Antropología Física y trasladados para su posterior estudio y datación a la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada (UGR).

Dio tiempo en aquella campaña de hacer nuevos hallazgos reveladores. Uno de ellos fue determinar que había más sepulturas, posiblemente media docena, en la zona donde se hallaron las cinco lápidas. La imposibilidad de continuar con los trabajos obligó a dejar esa parte de la excavación inconclusa.

Posiblemente en esta nueva campaña se pueda llegar a desenterrar alguno de los cuerpos que descansan bajo la plaza de Rafael Guillén, lo que permitirá arrojar luz a su vez sobre la antigua ciudad tardorromana y sus habitantes. Los cuerpos desenterrados fueron encontrados sin restos de ajuar, con los brazos estirados, según se indicó en su momento. Las lajas no tenían elementos identificativos ni elemento diferenciador.