"Sánchez, a ver si Iglesias te ilumina que el campo está en ruina", "Mis olivos se comen tu CO2", "precios justos para el campo". Estos son algunos de los centenares de mensajes que los agricultores de la provincia están trayendo a la capital colgados en las palas de sus tractores.

La comitiva recién llegada desde Santa Fe descansa fuera de sus vehículos a la espera de que dé comienzo la marcha por el centro de la ciudad.

Los tractores de Templeoliva, con el de Paulino al frente, ya se han perdido entre los más de 700 que colapsan la Avenida Joaquina Eguaras.

"¿700?", preguntan incrédulos. Luego ríen. "La estamos liando", añade uno. "Mi cuñada va en un bus y dice que están por el puente de la Seat todavía", cuenta otro mientras cuelga el teléfono.

Mensajes en los tractores.

Es el tiempo de guardar fuerzas. Muchos llevan subidos al tractor desde antes de las siete de la mañana, y eso, entre tirones de la reductora y el vaivén de sus enormes ruedas, cansa.

Flanqueados en todo momento por motos de la Guardia Civil y ya en la ciudad de la Policía Local, los tractores han detenido sus motores a la espera de que den las once de la mañana. "Hay que ahorrar costes, que le he echado 50 euros esta mañana", dice Paulino con una sonrisa de cara a cara, igual que sus compañeros. Ya es un éxito para el campo.