María Pérez: la campeona que se forja donde las abuelas salen a andar

El otro día se comía un buen hamburguesote en un conocido local del Zaidín. “Pero yo ya he cumplido, que he entrenado”. La gente de a pie no sabe lo que tienen que comer los atletas de élite para recuperar esfuerzos. María Pérez es una más. En Granada, en Guadix, en Orce. Pasea por la calle, almuerza donde todo el mundo, entrena por donde andan las abuelas. Y es la mejor atleta española de todos los tiempos. Y una de las mejores de la historia. Cuando en este 2025 consiguió las dos medallas de oro posibles en los 20 y los 35 kilómetros marcha de los Mundiales de Atletismo de Tokyo, se sentó en la mesa de unos tales Carl Lewis, Usain Bolt y Mo Farah: los únicos atletas del planeta que fueron capaces de revalidar su título de campeones del mundo en dos ocasiones seguidas. Y ella como si nada por la carretera de la Puleva...

María Pérez volvía a Tokyo (aunque la marcha fue en Sapporo) para sacarse la espina de haber sido cuarta en aquellos Juegos de la pandemia. Y se tomó cumplida venganza con dos triunfos en solitarios en el Olímpico de la capital del Sol Naciente. “He disfrutado un año diferente después de un año olímpico en el que el sueño ha seguido motivándome”, comenta a este diario. No es fácil para los atletas que han logrado el Olimpo mantener el nivel el curso posterior. Por eso, admite, se queda con su 2024 antes que su 2025. “Al final lo más grande que me ha dado el atletismo son los amigos”, acordándose de Álvaro Martín y de su álter ego italiano Antonella Palmisano.

María Pérez irá en una estrella especial en la Cabalgata de Reyes del día 5. La gente verá a una campeona olímpica y doble del mundo. Pero ella quiere que vean a la María que intenta transmitir “los valores del deporte y la educación”, donde con “las derrotas se aprende mucho más que de las victorias”, cuando “ves quién está en las buenas y quién en las malas”. “Quiero que los granadinos se queden con lo bueno, no solo con mis resultados”, desea. Ella, que pasea Granada por el mundo, pide que “le demos el valor” que tiene una ciudad donde “somos unos privilegiados, no todos los sitios pueden tener eso”. Como nosotros de tener a María.