La mejor fabada se sirve en Oleum

La barra comparte protagonismo al 50% con el restaurante en los más de 300 metros cuadrados del gastrobar Oleum.
Belén Rico Granada

15 de noviembre 2014 - 01:00

OLEUM

En el año 2007 el famoso equipo de artistas madrileños Boa MisTura entraba a un amplísimo local acristalado con magníficas vistas a la calle Alhamar para dejar su sello personal en las paredes. Desde que ese mismo año el establecimiento abrió sus puertas, son muchas las tapas, raciones y platos que se han servido y miles de granadinos y visitantes los que las han degustado. Todos ellos forman parte de la historia del restaurantes Oleum, el primer gastrobar de la ciudad.

El secreto del éxito de Oleum es el secreto culinario de Gregorio García, responsable de lo que él mismo denomina una cocina con memoria porque recuerda los sabores más tradicionales pero con un toque sutil, vanguardista. Ese es el aire personal que lo distingue y que transforma los platos de toda la vida en recetas imaginativas y que ahora ha heredado su hijo, Gregorio García Pérez. Una mezcla de sabiduría y juventud que llena de creatividad y experiencia la cocina de Oleum.

La muestra de ese toque personal que lo distingue en cada plato se aprecia tanto en la presentación como en los aromas y sabores que mezcla con elegancia pero sin caer en el artificio. Y ese concepto se trasmite tanto a los platos como a la decoración y al ambiente del restaurante, por lo que es muy frecuentado entre los aficionados a la buena mesa que buscan producto y plato de cuchara, como gente joven, que quiere tapear y degustar la oferta del restaurante pero en pequeñas cantidades. "El concepto de gastrobar significa llevar la gastronomía a la tapa", explica García, para quien esto ofrece una doble ventaja. Por un lado, el establecimiento se adapta mejor "a la actualidad del mercado" porque ofrece raciones más pequeñas del restaurante a un precio también más reducido. Y por otro lado, al cliente, "porque puede probar más cosas de la carta".

Y en el terreno del gastrobar Gregorio García ha reinado con sus ya célebres sardinas con aguacate, sus huevos rotos o sus caracoles albaicineros, las croquetas caseras Oleum.

En su salón restaurante, la estrella es sin duda su asado de cordero segureño de Huéscar "a la lata" o huevos rotos sobre patatas fritas, piñones y jamón.

Y, además de todo eso, Gregorio García hace tres años tuvo la brillante idea de servir en Granada la mejor fabada del mundo. Y para garantizar que eso es así, nada mejor que invitara al restaurante que ostenta el primer premio a la mejor fabada del mundo dentro del marco de las Jornadas Culturales Gastronómicas de las Fabes. En esta edición, el ganador ha sido la Sidrería Bedriñana, un clásico de la cocina asturiana que ha hecho que desde el pequeño pueblo de Villaviciosa sean mundialmente famosa su fabada y su sidra.

Las jornadas se celebrarán el 18, 19 y 20 de noviembre y se servirá un menú degustación -cuyo precio es de 35 euros más IVA- que está formado por tres entradas: ensaladilla rusa tipo Oleum, croquetas de pil-pil de bacalao y chopo de presa ibérica al cabrales.

De primero se servirán unas milhojas de jamón de Trevélez, queso de Guadix y granos de granada sobre crema dulce de manzana de sidra. El segundo es la fabada asturiana con su compango con la garantía del saber haber de Bedriñana. Y como postre, un arroz con leche 'requemao', todo con vinos de la tierra (la del Oleum y la de Bedriñana), y acompañado por pan de Alfacar y pan de escanda asturiano.

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