Pausa justificada de la emisión los curas youtubers en Granada. A partir de hoy, con sus debidas restricciones se podrá rellenar un tercio del aforo de las iglesias aunque, bien visto, habría que ver antes del estado de alarma cuántas parroquias llegaban a esa cantidad. No obstante, la Iglesia –en mayúscula– y las iglesias –en minúscula– buscan esa redención a los nuevos tiempos y procurar que el culto religioso tenga más cabida en un mundo donde las religiones más masivas son las que tienen que ver con el smarthpone, el bip bip de una red social tras un selfi, una plataforma audiovisual para ver series y un balón rodando. Es por ello que más que una pausa quizá el confinamiento haya sido un punto de inflexión para la transformación digital de este mundillo y lo de la retransmisión de misas y conexión con los parroquianos empiece a ser una constante.

Una de las iglesias que durante estos dos meses de confinamiento ha tirado de cámara para registrar sus misas para llegar a allegados y a gente que iba a este templo a seguir el culto cada domingo. Pero, ayer en ese domingo de transición hacia la fase 1 fue un día especial y José Gabriel Martín, párroco de San Pedro y San Pablo, quiso mostrar cómo es una misa y cómo se prepara al objetivo de Granada Hoy.

Desde la llegada de algunos fieles, ya que el párroco permitió con el distanciamiento social pertinente ayer se ocuparan algunos bancos de la iglesia, a cómo se oficia una misa dominical mientras 59 personas seguían el acto por YouTube con mensajes del tipo "buenos días y feliz domingo" y los saludos consecuentes cuando llegó el momento de darse la paz. Una de las fieles quiso hablar al final de la misa para justificar su presencia ayer en la iglesia y celebrar que el pase a la fase 1 a partir de hoy permitirá que, con aforo reducido a un tercio, los templos vuelvan a reunir a más gentes los próximos domingos.

De esta forma, las parroquias católicas podrán volver a abrir sus puertas tras estar cerradas casi dos meses desde que se decretó el estado de alarma el pasado 14 de marzo. Algunas como la del Sagrario han empezado a preparar su reapertura de cara a la fase 1 de la desescalada, que permitirá eucaristías diarias con una asistencia de hasta un tercio del aforo total.

En una información reciente, el párroco de la Iglesia del Sagrario, Don Juan Gutiérrez, señalaba que en el Sagrario hay "un aforo amplio" ya que "caben habitualmente 320 personas y algo más". "Hemos reducido bancos y los hemos colocado a una distancia de seguridad con la idea de que con la 1 fase podamos abrir hasta un tercio del aforo, es decir hasta 86 personas", afirma. Asimismo, los fieles que quieran acudir a las eucaristías "tendrán que venir con sus mascarillas y con su gel desinfectante" –aunque habrá desinfectante para quienes no tengan–, guardar la distancia "cuando vayan a comulgar e intentar tocar lo menos posible".

Es uno de tantos ejemplos de esta nuevo momento que vive la Iglesia Católica, confinada pero intentando habituarse a mascarillas, geles, retransmisiones de YouTube. Es lo que tiene que la pandemia no entienda de religiones y a todo el mundo (religioso, ateo o agnóstico) haya trastocado igual.