El Museo Arqueológico tendrá un nuevo ascensor para poder destinar a visita pública las plantas superiores

El Museo Arqueológico de Granada va a mejorar su accesibilidad con la instalación de un ascensor que permita dar uso a las plantas superiores. La Junta de Andalucía ha sacado a licitación la obra por un importe de 59.000 euros (IVA incluido) y unos tres meses de plazo. El ascensor permitirá pasar del 13% de accesibilidad actual al 90% y permitirá aumentar el espacio público destinado a visita pública. El proyecto básico y de ejecución del proyecto lo han realizado en el estudio de arquitectos Fresneda y Zamora. El objetivo, como se incide en el mismo, es garantizar la accesiblidad de los espacios públicos de las plantas superiores de la Casa.

Con este ascensor, que irá en el hueco de escalera de la Casa de Castril, se solventará en parte el problema de accesibilidad histórica del edificio. Según el estudio, el Museo Arqueológico no permite en la actualidad la plena utilización de los espacios por problemas de accesibilidad. De hecho, solamente es accesible el 13% del conjunto de edificios. El resto "es un intrincado panorama de peldaños sueltos y escaleras que no cumplen la normativa actual para el uso de concurrencia pública". Por eso es necesario modificar el acceso a usuarios, tanto visitantes como personal del museo, a todos los espacios para dar cumplimiento a la normativa de accesiblidad. Y "hasta que no se realice una intervención de mayor calado que permita la accesiblidad universal, se plantea la instalación de este ascensor como una mejora sustancial a la disponibilidad del museo ya que permitirá la utilización de todas las salas de la Casa de Castril como espacios expositivos, ampliando en gran medida la superficie actual destinada a ello".

Se trata de un conjunto BIC (tanto la Casa de Castril como la Casa de la Torre) y por tanto con niveles de protección que condicionan la obra, que será conservadora y se centrará solo en la instalción del ascensor, que se plantea en la escalera que une el pabellón norte y la propia Casa de Castril. Se utilizará el hueco central de la escalera para el cuerpo del ascensor, que tendrá paradas en todas las alturas. Las dimensiones del hueco y la altura del espacio, rematado por una armadura de madera de lazo ochavada, permiten la instalación completa del ascensor sin necesidad de demoliciones.

Como indica el proyecto, autorizado por la Comisión de Patrimonio de Cultura, se trata de una intervención "muy conservadora" al tratarse de un ascensor exento en esa escalera, que es la que articula la comunicación entre las plantas de la Casa de Castril y el cuerpo añadido en el jardín trasero a principios del siglo XX. El trazado de la escalera data de 1970 y la balaustrada de madera de 1981.

El ascensor tendrá un cuerpo de ligera estructura metálica, forrado con chapa perforada lacada en blanco y las esquinas redondeadas para permitir la conservación de los grandes remates de madera de la balaustrada. En los desembarcos se interrumpirá la balaustrada existente para permitir el paso, continuando después en el resto del desarrollo. Se adecúa, de esta forma, al uso y a las necesidades más inmediatas del museo aportando una instalación con integración total y, a la vez, calidad arquitectónica. La propuesta se desarrolla teniendo muy en cuenta los criterios de reversibilidad, ya que introduce el mínimo de modificaciones posible en el espacio de la escalera. En la última planta, se crea una pasarela para posibilitar el acceso desde el ascensor a la sala alta, que en el siglo pasado ya se destinaba a la visita pública. La pasarela, con el mínimo desarrollo posible, une el cuerpo del ascensor con la cota de pavimento de la sala. Para conservar utilizable el último tramo de escalera es necesario hacer una corrección de los peldaños con un complemento de la huella que corrija el trazado de forma reversible. Solo se realizará un foso de ascensor de 70 centímetros, no actuando sobre la cimentación del edificio. La estructura del ascensor será independiente.

Con esta propuesta, se consigue la accesibilidad a más del 90% de la superficie total de la Casa de Castril, quedando como espacios no pertenecientes al itinerario accesible únicamente el pabellón norte y el torreón.

Quedaría pendiente aún la accesiblidad universal

En la actualidad, la parte visitable por el público general se sitúa en la Casa de Castril, mientras que la Casa de Latorre alberga los usos de servicio, personal e investigación. El Museo cuenta con una superficie accesible inferior al 20% de la superficie útil total disponible. La explicación a este hecho radica en los condicionantes físicos del enclave, con una parcela que presenta un desnivel longitudinal de más de 7 metros y dos edificios con funcionamiento conjunto y nivel de protección patrimonial alto. Sin embargo, la última intervención, que se centró fundamentalmente en la renovación de algunas instalaciones y puesta en servicio de una nueva museografía, logró que la totalidad de los espacios visitables con contenido de exposición fueran accesibles, a falta del mirador (con vistas a la Alhambra) situado en la galería de planta primera del patio principal de la Casa de Castril. La actuación, desarrollada entre 2016 y 2018 por el arquitecto Francisco Reina, consistió en la reforma del zaguán que pasó a ser área de acogida, y la planta baja de la conocida como Casa de Castril, con el fin de dotar de accesibilidad estos espacios, reformar las instalaciones y renovar la exposición permanente presentando una selección de las piezas más singulares. Se instaló un ascensor accesible que comunica es espacio destinado a taquilla y recepción de visitantes y la sala 1 de la exposición.

Queda pendiente, no obstante, la accesibilidad universal, la que comprende el área interna del museo, que garantice la facultad de desplazarse de todos los usuarios, visitantes y personal, y mejore la movilidad de los fondos, tanto por motivos de seguridad como de salud.